Aunque se alcanzan constantemente logros cada vez más importantes en el ámbito de las fuentes de energía renovables, el gas natural sigue teniendo un gran protagonismo en nuestro pool eléctrico. Asegurar el suministro de este combustible en el corto plazo es clave para mantener la economía en funcionamiento, por eso el gobierno ha trabajado arduamente para reestablecer las relaciones con Argelia.
El suministro de gas natural en el ojo del huracán: el conflicto alimentado por Marruecos
En 2022 se produjo un avance en los reclamos de Marruecos sobre el territorio del Sahara Occidental, solapando los reclamos de Argelia sobre la misma región. Este suceso produjo tensiones entre ambos países que tuvieron su raíz en la propuesta marroquí de apoyar la autonomía de la población saharaui, lo que provocaría una importante pérdida de territorio para el Estado argelino.
En este contexto, es importante mencionar que Argelia es el principal proveedor de gas natural para España, a través de la empresa Sonatrach, ocupando el 42,2% de las importaciones españolas de combustible de origen fósil. Estas importaciones energéticas son clave para el futuro inmediato de proyectos sostenibles como la ambiciosa planta de hidrógeno verde que funcionará en Ciudad Real.
Sin embargo, dos décadas después, el presidente español Pedro Sánchez tomó la arriesgada decisión de apoyar la propuesta de autonomía saharaui presentada por Marruecos, en perjuicio de los intereses argelinos. La respuesta de nuestro socio comercial no se hizo esperar y tuvo como resultado el rompimiento del acuerdo internacional, afectando al precio sobre las importaciones de gas natural.
Las tensiones se calman: España consigue reestablecer las relaciones con Argelia
No se puede decir que Argelia tuviera pocos motivos para reaccionar negativamente ante la decisión de España. Las tensiones habían ido creciendo cuando, a raíz del conflicto en Ucrania, SONATRACH impuso un considerable aumento de precio las importaciones ibéricas de combustible.
Poco antes del conflicto de 2022, el fondo soberano de inversión de Abu Dabi, Mubadala Investmen Company, se había aliado con el fondo de inversión de España CriteriaCaixa para realizar una OPA (Oferta Pública de Adquisición) para Naturgy. Esto llevaría a un cambio administrativo en la empresa española que importa el gas argelino de SONATRACH a nuestro territorio favoreciendo intereses marroquíes.
Sin embargo, tras difíciles diálogos entre nuestro gobierno y el de Argelia, Naturgy ha anunciado que las relaciones comerciales se han reanudado pacíficamente, firmando un acuerdo con precios retroactivos para los próximos cinco años. No obstante, SONATRACH ha impuesto un aumento de precios a las nuevas importaciones.
Las consecuencias de una decisión política arriesgada: ¿Estamos fuera de peligro?
Durante todas estas idas y venidas, pese a que Argelia había castigado duramente a las importaciones españolas, afectando a la economía de muchas de nuestras empresas, el país mantuvo vigente el acuerdo de amistad y cooperación que tiene una vigencia de 30 años. Aunque no cortaron el suministro de gas natural, el conflicto puso en grave riesgo la seguridad energética para nuestro país.
Tras reanudar la alianza comercial entre Naturgy y SONATRACH, los precios del gas natural han ido bajando en este último tiempo, aliviando la presión sobre la red eléctrica española y la preocupación por el conflicto en Ucrania. Sin embargo, las próximas decisiones de nuestro gobierno tendrán que ser más cuidadosas y meditadas si queremos evitar un rompimiento definitivo.
Un conflicto que refuerza la necesidad de invertir en el hidrógeno verde
La posibilidad de que otro conflicto geopolítico similar pueda amenazar nuestra seguridad energética en el futuro es una sólida prueba de la importancia de acelerar el avance de proyectos como el puente europeo del hidrógeno verde en el que se trabaja en la actualidad. Este combustible libre de emisiones es nuestra mejor oportunidad para la descarbonización total de la economía.











