Siempre hemos escuchado que los recursos de nuestro planeta se pueden acabar, pero ¿Realmente lo creíamos? La verdad es que la mayoría pensaba que era una exageración, pero estamos llegando a un límite de recursos. La ambición por crear tecnología avanzada, especialmente la Inteligencia Artificial (IA), exige cada vez más electricidad y agua. El problema es que ya no hay suficientes recursos y aunque suene una locura, si no hay suficientes en la Tierra habrá que buscar en el espacio.
Se nos agotan los recursos
Los centros de datos que alimentan modelos como ChatGPT o Gemini se han convertido en gigantes que consumen tanto, que su gasto energético podría duplicarse antes del año 2030, amenazando con superar el consumo de países enteros. Este ritmo de crecimiento no se puede mantener por mucho tiempo si nos quedamos en la Tierra.
Las compañías de tecnología más grandes están buscando desesperadamente una forma de seguir creando Inteligencia Artificial sin acabarse el agua y la energía del planeta y sin hacer un daño enorme nuestro planeta. La respuesta no puede ser solo construir más y más edificios llenos de computadoras aquí en la Tierra; se necesita cambiar el lugar donde se hacen esos trabajos.
Frente a esta necesidad urgente de recursos, las empresas más ambiciosas han mirado hacia el único sitio que tiene energía sin límite: el espacio. Es una idea que parece sacada de una película de ciencia ficción, pero está apoyada por estudios serios y mucho dinero, pues quieren llevar la tecnología más avanzada del mundo fuera de nuestro planeta.
El siguiente paso que la humanidad necesita dar ya no es solo ir a explorar, sino mudar toda nuestra infraestructura de Inteligencia Artificial al espacio. Google ha presentado el Proyecto Suncatcher, un plan muy ambicioso para poner sus chips especiales de IA, llamados TPU en grupos de satélites que se alimentarán con energía del sol.
Energía solar ilimitada en el espacio
El Sol es, sin duda, una fuente de energía maravillosa, sobre todo ahora que están convirtiendo las ciudades en centrales eléctricas. En la Tierra, los paneles solares se ven interrumpidos por la noche y por las nubes, pero en el espacio esto no sucede. Si se colocan en la órbita adecuada, los paneles solares pueden ser hasta ocho veces más productivos que en la Tierra y generar energía de forma casi continua, sin descanso.
El Proyecto Suncatcher busca aprovechar esta ventaja. El plan de Google es crear enjambres compactos de satélites. Al sacar los centros de datos de la Tierra, se elimina la necesidad de sistemas de enfriamiento que usan millones de litros de agua, y lo más importante, se utiliza una fuente de energía prácticamente ilimitada, resolviendo el problema de la IA sin agotar los recursos de nuestro planeta.
Un desafío de ciencia ficción
Aunque la idea suena a una película futurista, ya tiene bases científicas sólidas. Google propone que los satélites vuelen en una formación muy apretada (a solo cientos de metros de separación) para que los enlaces láser funcionen sin perder velocidad. Los cálculos indican que solo se necesitarían pequeñas maniobras para que los satélites mantengan la formación estable.
Los ingenieros ya han probado la resistencia de sus chips de IA y descubrieron que pueden soportar tres veces más radiación de la que encontrarían durante una misión de cinco años en el espacio. El reto es enorme, pero la compañía ha demostrado que el concepto ya pasó de ser solo una idea a ser un proyecto de ingeniería.
La viabilidad económica también se acerca. Los expertos creen que si el precio de mandar cosas al espacio sigue cayendo, de hecho, se espera que cueste menos de 200 dólares por kilo para el año 2030. El gasto total de tener un centro de datos en órbita sería parecido a lo que cuesta tener y operar uno muy grande aquí en la Tierra, si tomamos en cuenta la gran cantidad de energía que se ahorraría.
No podemos negar que suena una locura, pero el Proyecto Suncatcher de Google es el siguiente paso necesario, porque resuelve la crisis de recursos de la Inteligencia Artificial sacando los centros de datos al espacio. Al usar la energía solar ilimitada y evitar el consumo masivo de agua y electricidad en la Tierra, esta ambiciosa iniciativa podría ser más eficiente y sostenible a largo plazo. La conquista del espacio ha cambiado y ahora se trata de llevar nuestra inteligencia artificial a las estrellas, de hecho, Elon Musk está prometiendo un asentamiento fuera del planeta.
