Los edificios en el futuro serán de hormigón romano y con ello no solo la construcción da un giro espectacular sino que además adquirirá un singular sentido de viveza ¿Quieres saber a qué nos referimos? Sigue leyendo y entérate.
Es cierto que la construcción da un giro con el hormigón “vivo” ¿Puedes creerlo?
Los antiguos romanos son reconocidos dentro de la historia universal como los creadores de grandiosas edificaciones que aún hoy perduran, lo que demuestra la calidad de los materiales empleados, que parecen superar por mucho a los que actualmente se utilizan.
En la construcción de carreteras, puentes, acueductos y demás utilizaron materiales que han hecho que hace casi dos mil años después se mantengan en pie y ejemplo de ello es el famoso Coliseo, levantado en el 70 d.C. De hecho, en España hay antiguas construcciones romanas que aún se siguen utilizando, entre las que se pueden mencionar:
- Teatro de Mérida: Construido en 15 a.C y utilizado en la actualidad como sede de importantes conciertos.
- Teatro de Cartagena: Inaugurado en 1 a.C y hoy en día su estructura se mantiene en buenas condiciones.
¿Cuál es el secreto de la permanencia de estas obras?
Estas antiguas obras romanas sorprenden no solo por el tiempo que han permanecido de pie, sino además por las abultadas cantidades de peso que soportan sus bases.
Igualmente resulta asombroso notar que muchas de estas edificaciones al estar levantadas en zonas sísmicas han tenido que soportar a lo largo del tiempo temblores y terremotos de diversas magnitudes, sin embargo, todavía permanecen incólumes, mientras que otras obras producto de la ingeniería moderna han sucumbido.
En este contexto, deben haber sido muchos los estudios que se han realizado tratando de conocer con exactitud las técnicas y materiales empleados por los antiguos romanos para hacer de sus obras arquitectónicas auténticas fortalezas resistentes al tiempo.
Un hormigón «vivo» le da resistencia a las antiguas obras romanas
La conjunción de esfuerzos entre investigadores de distintos centros de investigación, así como de diferentes nacionalidades, acaban de descubrir que el secreto está en el hormigón, porque el mismo está «vivo». Los científicos de este equipo investigador están adscritos a instituciones como:
- Instituto de Tecnología de Massachusetts – MIT
- Universidad de Harvard
- Laboratorios de Italia
- Laboratorios de Suiza
Las antiguas obras de Roma se «autocuran» cada vez que llueve
Este grupo de investigadores señala en el informe de su estudio publicado en Science Advances que los antiguos romanos emplearon en sus construcciones una masa de altísima resistencia con propiedades de «autocuración»
.El equipo liderado por el investigador Admir Masic comprobó que en tiempos de la Antigua Roma a la masa o mezcla empleada en las obras en vez de hidróxido de calcio, más conocido como cal «apagada», se le añadía óxido de calcio, lo que se conoce también como cal «viva».
El óxido de calcio o cal viva cuando se juntaba con las cenizas volcánicas presentes en la arena formaba una magnifica estructura provista de clastos de cal, lo que hacía que este hormigón se «autocurara» una vez que entraba en contacto con el agua.
En esencia, el antiguo hormigón romano es tan vivo y eficiente que los clastos de cal al humedecerse tienden a liberar carbonato de calcio, el cual funciona como sellador de las fisuras o grietas que aparecen, lo cual conlleva a un eficaz mantenimiento estructural a medida que transcurren los años.
Para comprobarlo los científicos sometieron este hormigón a un periodo de humedad luego de provocarle fisuras, observando que las grietas tendían a cerrarse en pocas semanas.
En definitiva, si la construcción da un giro de 180° en España obedece a los descubrimientos del equipo de investigadores que ayudaron a comprobar la viveza del hormigón empleado en las viejas edificaciones de los tiempos de los césares.













