China ha decidido apostar por una energía que algunos consideran muy riesgosa y ha emprendido una rápida carrera de expansión mediante una inversión mil millonaria, esperando convertirse próximamente en el país con mayor capacidad de esta fuente energética. Aquí te contamos acerca los pro y contras de sus planes.
La gigantesca nación asiática se ha decidido por esta energía y abrirá nuevas plantas
Aunque el uso de ciertos recursos energéticos puede conllevar mayores riesgos que otros, al punto de llegar a considerarse incluso mortal a determinada fuente, el caso es que el mayor rendimiento y menores costes conllevan a plantear seriamente la inversión en el incremento del número de proyectos de una energía controversial.
Los chinos han decidido asumir el mayor problema de la energía nuclear y mientras otros países deciden cerrar las plantas de producción de una polémica fuente energética, el gigantesco país asiático ha iniciado una veloz carrera de expansión que puede llevar su capacidad energética a multiplicarse en pocos años.
De hecho, es muy probable que a finales de esta década China desplace a Estados Unidos como mayor generador de energía atómica en el mundo, pues actualmente construye 30 reactores, los cuales constituyen el 50% de la capacidad mundial y recientemente el Consejo de Estado de China aprobó la construcción de 10 nuevos reactores.
Muchos millones para iniciar una carrera energética en la que parten de primero
Según The Paper con una inversión aproximada de 200 mil millones de yuanes, que es el equivalente a 27 440 millones de dólares, fue aprobada por el Consejo de Estado de China la construcción de 10 nuevas unidades de generación nuclear, las cuales fueron adjudicadas a las siguientes compañías:
- China Huaneng Group Co.
- China General Nuclear Power Corp
- China National Nuclear Corp
- State Power Investment Corp
En la continuidad del ritmo como parte del plan de expansión nuclear de 10 a 11 unidades anuales que fue aprobado en 2022 se han planteado nuevos proyectos, que involucran el uso de tecnologías propias del país y la ampliación de cinco centrales nucleares actualmente instaladas en territorio chino:
- Fangchenggang (Guangxi)
- Sanmen (Fujian)
- Haiyang (Shandong)
- Xiapu (Chongqing)
- Taishan (Guangdong),
La meta de la próxima década: Convertirse en líder mundial de esta fuente energética
De acuerdo al Libro Blanco de la Asociación, se estima que de mantenerse el ritmo de construcción de nuevas instalaciones para 2030 China supere a Estados Unidos y Francia en capacidad nuclear instalada. Asimismo, hay expectativas de duplicar para 2040 el 5% de la generación de electricidad nuclear que actualmente se produce.
De acuerdo con el Consejo de Electricidad de China, se espera que para fines de 2025 la capacidad nuclear del gigante asiático se ubique en 65 GW, superando los 60 GW que registró en 2024. Se estima además que para 2040 el aporte de esta energía alcance los 200 GW, lo que equivaldría al 10% de la producción mundial.
Un factor a favor es que los constructores chinos pueden acceder a préstamos gubernamentales con una baja tasa de interés, pues esto representa un incentivo clave para el desarrollo de proyectos de este tipo ya que en la construcción inicial está representada la mayor parte del coste de vida de las instalaciones nucleares.
Por otro lado, la proliferación de proyectos significa la acumulación de experiencia en la cadena de suministro, lo que se traduce a cuadrillas operativas más experimentadas y efectivas para reducir los posibles retrasos que suelen resultan muy costosos precisamente durante la etapa inicial.
Otro elemento clave para mantener este ritmo de expansión será la disciplina presupuestaria, observando que el coste de 2700 millones de dólares por cada uno de los reactores es menor al precio establecido en proyectos similares de Estados Unidos y Europa. Por ejemplo, 63 700 millones de dólares es el coste de 2 reactores que construye Reino Unido.
En conclusión, en su frenética carrera por liderar la producción de una energía considerada por algunos como peligrosa China se libra de Estados Unidos con una inversión de hasta 27 000 millones en sus planes de expansión y cuenta con el apoyo del gobierno que incentiva a constructoras a mantener el ritmo con atractivos planes de financiamiento.