Una de las fuentes más confiables y continuas de electricidad es la energía nuclear. Además de que es muy limpia y no produce emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, sobre todo el año pasado, ha venido exhibiendo un funcionamiento anormal que ha disparado las alarmas en España. Veamos en que consiste.
Las plantas de energía nuclear en España: generadoras de electricidad
El 20 % de la potencia eléctrica que satisface el consumo de la Península Ibérica proviene de la energía nuclear, que la provee de forma más eficiente y confiable que otras fuentes renovables. Por ello, es la única alternativa cuando se desea producirla de forma limpia evitando así usar el carbón o el gas natural.
En el caso de España, aproximadamente 7 MW son de origen atómico. De ellos, sobre los 2 MW, son producidos por las centrales de Cofrentes y Vandellós cuyos reactores tienen cerca de 40 años que es el límite de su vida útil. Pero sus recientes fallas han hecho saltar las alarmas por ser origen de paradas no programadas.
Los imprevistos sucedidos en España que provocaron la salida de servicio de dos reactores
Al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), organismo que gestiona la parte de seguridad nuclear de España, le fueron reportadas dos paradas de reactores atómicos de España. El primero pertenece a la planta de Cofrentes que es la más grande del país en términos de potencia instalada con 1.092 MW.
La salida de emergencia de este reactor fue provocada por la pérdida de agua de enfriamiento de alimentación principal. Y menos de 72 horas después, fue la de Vandellós que también salió de servicio por una avería causada también por pérdida de agua que causó el bloqueo de un motogenerador asociado a la refrigeración del equipo.
Lo que quiere decir que cerca del 30 % de la electricidad producida por fuente atómica estuvo fuera debido a paradas no programadas. Las que fueron ocasionadas por diferentes fallas en el sistema de enfriamiento debido a fugas inesperadas en las tuberías del suministro de agua de los reactores.
A pesar de que estos eventos no deseados fueron controlados rápidamente sin que llegaran a representar un riesgo serio para la seguridad, ocurren en los reactores más antiguos. Los que están cercanos a los límites de edad de seguir en operación de acuerdo a la legislación internacional vigente.
Estas fallas debieron ser previstas por los operadores, quienes han invertido cuantiosos recursos en seguridad y mantenimiento para conseguir una prórroga de la vida útil. Es de destacar que Vandellós y Cofrentes vienen incrementando su índice de fallas con los años, lo que pone en duda la efectividad de la inversión realizada.
Por ejemplo, fueron las plantas nucleares que notificaron más eventos al CSN en el 2022, mientras que en el 2023 han acumulado, entre las dos, sobre una docena de ocurrencias inesperadas. Aunque no todas han implicado paradas en la producción y son todas catalogadas como nivel 0 en cuanto a riesgos para la seguridad.
Las plantas de Cofrentes y Vandellós: las primeras y las más grandes de España
Estas plantas de energía nuclear son las más antiguas de España. La de Vandellós que se encuentra en la provincia de Tarragona comenzó su operación comercial en 1988 generando 1.088 MW. Mientras que Cofrentes en la provincia de Valencia comenzó su generación, al 100 % de su capacidad térmica, en 1985.
En conclusión, la energía nuclear enciende las alarmas en España por cuanto se están produciendo incidentes repetidos en las centrales atómicas de Cofrentes y Vandellós. Por lo tanto, es hora de que se tome una decisión en cuanto a si se debe permitir que sigan operando o no, por término de su vida útil.
