Estados Unidos continúa avanzando hacia la descarbonización de su economía, con proyectos alucinantes como este para hacer renovable internet perforando la Tierra. Sin embargo, una de sus últimas propuestas no ha sido bien recibida por España, que quiere ilegalizar su energía más novedosa. ¿Se avecina un conflicto a ambos lados del Atlántico? Muchos apuntan a que sí, al menos, en el terreno medioambiental.
España, contra el proyecto más polémico de Estados Unidos
La energía nuclear ha sido durante mucho tiempo una fuente controversial de electricidad. Por un lado, ofrece una fuente de energía libre de emisiones de carbono. Pero por otro, conlleva riesgos de seguridad y genera residuos radiactivos de larga duración.
Recientemente, la compañía TerraPower respaldada por Bill Gates anunció un nuevo diseño de reactor nuclear llamado Natrium. Se trata de un intento por reinventar la energía nuclear y hacerla más segura, eficiente y flexible —o eso afirman ellos, porque a nosotros nos asaltan las dudas—.
Mientras tanto, en España el panorama es muy diferente. Nuestro país país tiene previsto cerrar todas sus centrales nucleares para 2035, como parte de su transición energética hacia fuentes renovables. Claramente, existe una gran divergencia entre la visión de Estados Unidos y España sobre el futuro de la energía nuclear.
Una nueva energía nuclear: es más estable, pero está lejos de ser renovable
Natrium es una nueva tecnología de reactores nucleares desarrollada por TerraPower, una empresa fundada por Bill Gates. Se trata de un reactor rápido enfriado por sodio, de ahí su nombre «Natrium» que proviene de la palabra latina para sodio.
Este nuevo diseño de reactor nuclear busca abordar los principales desafíos de la energía nuclear tradicional, como la seguridad, los residuos y los costos. Fue presentado por TerraPower y Pacific Northwest National Laboratory en 2021 después de más de 10 años de investigación y desarrollo.
Natrium utiliza una combinación innovadora de tecnologías existentes y nuevas para ofrecer importantes mejoras en varios frentes. Por un lado, al ser un reactor rápido puede «quemar» el combustible nuclear gastado de reactores tradicionales, reduciendo drásticamente la cantidad de residuos radiactivos.
TerraPower afirma que esta nueva generación de reactores nucleares podría proporcionar energía confiable, segura y libre de carbono a un costo competitivo para ayudar a descarbonizar el sector energético. La compañía planea construir la primera planta de demostración Natrium en los próximos años en Estados Unidos.
Sin explosiones y sin dependencia externa, pero con residuos radioactivos
Natrium ofrece varias ventajas significativas en comparación con otras fuentes de energía. En primer lugar, es una tecnología de fisión nuclear avanzada que puede proporcionar energía confiable las 24 horas del día, los 7 días de la semana, sin interrupciones.
A diferencia de las energías renovables como la solar y la eólica, Natrium no depende de condiciones climáticas cambiantes. Otra gran ventaja es que Natrium puede suministrar energía libre de carbono a gran escala para satisfacer las necesidades energéticas mundiales crecientes.
Utiliza uranio enriquecido como combustible, por lo que estamos hablando de una propuesta un tanto conflictiva. ¿En qué sentido? Recuerda que este fue el mismo material que se liberó en centrales como la de Chernóbyl o Fukushima, contaminando durante miles de años.
Además, la nuclear jamás se había considerado como una fuente limpia y sostenible. En cierto modo, varios países europeos están cambiando de rumbo, pero los expertos son claros. Ninguna puede serlo mientras sea capaz de contaminar grandes masas de agua de manera potencial.
Lo cierto, llegado a este punto, es que Natrium continúa resonando como el invento que va a hacernos recuperar la energía nuclear. Una propuesta que no es renovable, sostenible, ni segura, y a la que ahora han cambiado de nombre —y de procesos— para ganarse a la opinión pública. Está claro que no vamos por buen camino, aunque en España vamos a hacer esto con los invernaderos.