La energía renovable que los ecologistas rechazan: frenazo histórico en esta región de España

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Publicado el: 23 de abril de 2024
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La energía renovable no solo es motivo de alegría y optimismo, también hay quienes ven en ella un falso avance camuflado de sostenibilidad —lo que viene siendo un greenwashing, que ahora están tan de moda—. Sin embargo, hay veces en las que las críticas vienen precisamente de los ecologistas. Lo vimos con esta fuente de Estados Unidos que España va a prohibir, pero ahora lo comprobamos otra vez.

Una energía renovable rechazada por un archipiélago: lo que está sucediendo en España

El proyecto hidroeléctrico Salto de Chira es una iniciativa que busca aprovechar el potencial energético de las presas de Soria y Chira, ubicadas en la isla de Gran Canaria. El proyecto consiste en la instalación de un sistema de bombeo que permitiría generar energía eléctrica renovable aprovechando el agua embalsada.

Sin embargo, este ambicioso plan energético se ha topado con la firme oposición de colectivos ecologistas y vecinales de Gran Canaria. Estos grupos consideran que la obra tendría un alto impacto paisajístico y medioambiental, afectando a espacios naturales protegidos de la isla.

La controversia en torno al Salto de Chira ha abierto un amplio debate en Gran Canaria sobre la transición energética, la protección del medioambiente y el desarrollo sostenible de la isla. Su futura ejecución o paralización se ha convertido en una cuestión política de gran calado.

Un vistazo al proyecto de Chira-Soria: una central hidroeléctrica que no convence

El proyecto Salto de Chira es una central hidroeléctrica reversible ubicada entre los municipios de Mogán y San Bartolomé de Tirajana, en Gran Canaria. Se trata de un sistema de bombeo que aprovecha el desnivel existente entre los embalses de Chira y Soria para generar electricidad.

La central contará con una potencia instalada de 200 MW y permitirá aprovechar los excedentes de energía eólica y solar que se producen en determinados momentos para bombear agua desde el embalse de Soria hasta el de Chira, situado a 700 metros sobre el nivel del mar.

De este modo, el Salto de Chira actuará como una gran batería que almacenará energía renovable para su uso posterior, contribuyendo a compensar la intermitencia propia de fuentes como la eólica y la solar. Se espera que la central pueda generar unos 650 GWh anuales de energía 100 % renovable.

La obra, apoyada por Red Eléctrica de España (REE), contempla la construcción de una central subterránea con cuatro grupos reversibles de 50 MW de potencia cada uno, además de túneles y conducciones hidráulicas que conectarán ambos embalses.

Los ecologistas hablan: ni es ecológica, ni tendrá un impacto que compense

Los grupos ecologistas se han opuesto firmemente al proyecto del Salto de Chira desde su concepción. Consideran que se trata de una macro-infraestructura innecesaria que tendrá un impacto ambiental muy negativo en la zona, como se ha venido afirmando.

Uno de los principales motivos de rechazo es la afectación al Parque Rural del Nublo, un área natural protegida de gran valor ecológico. La construcción de la central hidroeléctrica, los túneles y las conducciones previstas se realizarían muy cerca de este parque, alterando el paisaje y los ecosistemas.

También muestran su preocupación por el efecto sobre la fauna y flora endémica de Gran Canaria. Especies únicas como el pinzón azul podrían ver amenazado su hábitat por las obras y la operación de la central. Asimismo, advierten del gran impacto paisajístico y visual que tendría este infraestructura.

Llegados a este punto, la energía renovable no siempre es fuente de progreso, también lo es de escepticismo. Sucede así cuando ocupan zonas delicadas, como entornos naturales o lugares de especial conservación, más todavía, cuando la sequía se está agravando en todo el país. El agua en Canarias es tan escasa, que fuentes como la hidroeléctrica tienen poco sentido (no como esta que va a hacer a España de oro).