Para dar solución al problema del transporte y almacenamiento del hidrógeno en alta mar, se están estudiando diferentes opciones. Una de ellas es la de hacerlo en forma de amoníaco verde, que se compone de una fusión entre hidrógeno y nitrógeno. La cual ha demostrado ser la opción más factible y viable. A continuación, te explicamos en qué consiste.
El proyecto Bahía H2 Offshore: fusión hidrógeno y nitrógeno con energía renovable
Este gran proyecto, en el que se llevan algunos meses, contempla la fusión de hidrógeno y nitrógeno en un nuevo compuesto llamado amoníaco verde. Que tendría varios usos, como combustible para barcos, que se podría almacenar en llamadas “islas energéticas” donde estos repostarían en alta mar sin tener que hacerlo en tierra firme o dependiendo de buques cisterna.
En estas islas energéticas estarán integrados con los puntos de recarga, plantas eléctricas de energía renovable junto con generadores eólicos marinos. Igualmente, una vez que el amoníaco verde llegue a su destino en tierra puede separarse para obtener hidrógeno que serviría como combustible. También se le pueden dar usos industriales como la producción de fertilizantes.
¿En qué consiste el proyecto de fusión de estos elementos?
El resultado de este proyecto tiene a los científicos en vilo. Porque consiste en realizar la fusión de hidrógeno y nitrógeno a través de energía renovable en alta mar, algo que no se ha hecho nunca antes. Este proyecto se divide en tres fases. La primera ya está en marcha y contempla un prototipo de barcaza que contendrá una planta que producirá el amoníaco verde.
La misma incluirá un electrolizador alcalino y dispositivos de purificación y desalinizado del agua de mar. De esta manera se obtendrá el hidrógeno que será almacenado mientras que el oxígeno es liberado en la atmósfera. Ahora, la fusión de hidrógeno y nitrógeno se hará con energía renovable desde tierra la cual simulará la que proporcionarían las fuentes solares y eólicas marinas.
De esta manera se procederá a hacer un análisis del comportamiento de los sistemas de desalinización del agua, ajustes de la metodología de almacenaje de hidrógeno y nitrógeno, los efectos de la salmuera resultante sobre los ecosistemas marinos al verterla en el mar y cómo se integran todos estos sistemas en uno solo.
Continuando con las fases dos y tres del proyecto y con qué apoyo cuenta
Una vez se hayan hecho las comprobaciones y ajustes de la fase uno, incluyendo resultados satisfactorios de las pruebas. Comenzaría la fase 2, que consiste en que se instale en la barcaza la planta de amoníaco verde llamada Haber Bosch, incluyendo el sistema de licuación, descarga y almacenamiento del compuesto resultante de la fusión de hidrógeno y nitrógeno.
En la tercera, y última fase, se prevé la instalación de la planta de amoníaco verde en alta mar para su producción, que se estima en 2029. El cual estará en la capacidad de manejar energía renovable para surtir a grandes embarcaciones y otros usos en tierra como en el sector transporte e industrial.
Para las tres fases, el proyecto tiene el respaldo de consorcios y grandes empresas como Navantia, Fertiberia, Enagás y Repsol. Igualmente, cuenta con el apoyo del Puerto de Santander, donde se instalarán y ubicarán los prototipos experimentales. Sumado a otras, desde el punto de vista institucional como las gobernaciones de Galicia, Cantabria y Asturias.
Como podrás deducir, Bahía H2 Offshore es un ambicioso proyecto que contempla la generación de amoníaco verde en alta mar. El cual contempla muchos beneficios tanto técnicos como económicos y que resultará en una fuente confiable de hidrógeno para diferentes usos. Los científicos están en vilo pero confían en los resultados.
