Las transformaciones que ha sufrido el medioambiente y los desarrollos de tecnologías innovadoras en diferentes áreas energéticas e industriales están generando un cambio con respecto al uso y la explotación de numerosos recursos naturales, así que algunos de ellos quedarán solo para el recuerdo. Por eso España decidió que solo quiere tierras raras, mientras que las tierras negras quedarán sepultadas en el pasado.
España toma el camino de las tierras raras
Para que una nación logre alcanzar cierto nivel de progreso, es necesario que cuente con varios proyectos que le permitan desarrollar sus industrias, el transporte, el comercio y muchas otras áreas esenciales. Y todas ellas tienen un requerimiento en común, que consiste en contar con una fuente de energía abundante que esté siempre disponible, y con la cual puedan satisfacer todas las necesidades de diversos sectores.
Pero en las condiciones actuales eso no es suficiente, pues tan importante es el aporte energético como su procedencia, porque ese progreso tan deseado se debe llevar a cabo de una manera sostenible, en armonía con el ambiente. Ese es el motivo por el cual España está determinada a abandonar totalmente las tierras negras en todas sus formas, para centrarse de manera definitiva y exclusiva en las tierras raras.
El carbón quedará definitivamente en el pasado
De acuerdo con informaciones aportadas por Red Eléctrica, después de más de un siglo, el pasado 15 de julio España se despidió del carbón negro como fuente de energía para algunas de sus centrales eléctricas que funcionaban con energía térmica. Pero esto no queda allí, pues dos empresas especializadas en las renovables hicieron que una de ellas empezara a producir energía a partir del gas y tienen planeado ir más allá.
Pues tienen proyectado darle un uso innovador a parques de generación fotovoltaica y eólica que comenzarán a funcionar dentro de poco, para transformar ese área en un centro de producción de hidrógeno verde. Posteriormente, estos planes se harán extensivos al resto de las centrales que funcionaban con carbón, que adicionalmente también pasarán a liderar el sector del almacenamiento energético en baterías.
Con estas medidas, España va en camino a convertirse en uno de los primeros países de la Unión Europea en desterrar definitivamente el uso del carbón para la producción de electricidad (pero se le ha conseguido otro uso como aislante en la construcción). Mientras que otras naciones, entre las cuales se destaca Alemania, continuarán utilizándolo durante unos 10 años más, incluso en su forma más contaminante como es el lignito.
Las tierras raras entierran al carbón
Mientras algunos países de la Unión Europea continuarán empleando el carbón como fuente energética, España da un paso adelante y en estos momentos no solo lo ha dejado atrás, sino que esas mismas centrales térmicas pasarán a funcionar con gas, y luego lo harán con hidrógeno verde. Adicionalmente a esto, también están elaborando un marco legal para iniciar la explotación de un tesoro que estaba oculto.
Se trata de las tierras raras como el cobalto, el litio, el tungsteno y otras que han sido detectadas bajo el suelo español en diversos yacimientos, y aunque aún existen algunos inconvenientes para su extracción, se espera que pronto se resuelvan. Estos elementos son indispensables para lograr la transición energética de toda Europa, pues su abundancia permitiría que la UE deje de depender de China para obtenerlos.
En definitiva, el uso del carbón para generar electricidad está quedando en el pasado de España, pues desde el 15 de julio del 2025, y por primera vez desde hace más de un siglo, las centrales térmicas que usan este elemento no han vuelto a producir energía eléctrica (al contrario de China quien es la mayor cocina de hollín del planeta). Y para favorecer la transición energética, se están superando algunos inconvenientes para iniciar la extracción de las tierras raras.