Así como lo lees, el carbón, uno de los materiales más contaminantes, podría ser la clave para el desarrollo de construcciones más sustentables y accesibles. Aunque ya hay un material aislante en desarrollo basado en la industria papelera, este nuevo descubrimiento en torno a la fibra de carbono para la construcción podría reemplazar al hormigón y ahorrarte el costo de un aire acondicionado.
¿Carbón en lugar de hormigón?
No hablamos de carbón como tal sino de fibra de carbono, un material ligero, resistente y aislante que ya ha probado su eficacia en industrias como la aviación, la fabricación de coches, de naves e incluso en la industria aeroespacial. También se usa de manera menos extendida en la construcción, ya que es mucho mejor que el hierro para reforzar el concreto.
Entonces ¿cuál es el problema con este material? El problema es que, actualmente, se fabrica a base de petróleo y, como sabemos, los combustibles fósiles se han vuelto caros, son altamente contaminantes y no son renovables. Además, el proceso de fabricación de fibra de carbono a base de petróleo consume grandes cantidades de energía.
Todo esto podría cambiar gracias a Eric Frank y su equipo en el Instituto Alemán de Investigación de Fibras y Textiles. El científico está desarrollando un método para producir estas fibras a partir de lignina, un subproducto de la industria papelera que se desecha por toneladas.
El descubrimiento de los científicos alemanes podría hacer posible la producción de fibras de carbono baratas y sustentables, aprovechando las grandes cantidades de CO2 que absorben las plantas en lugar de extraerlo de combustibles fósiles.
Ventajas de la fibra de carbono en la construcción
Actualmente, el hormigón es el material de construcción mayormente utilizado. El concreto reforzado con metales es más ligero, ofrece mayor resistencia a impactos y la elasticidad necesaria para resistir terremotos y catástrofes climáticas. No obstante, es un material costoso, difícil de transportar y su fabricación produce grandes cantidades de CO2.
La fibra de carbono, por otro lado, es un polímero que se puede producir en fibras cinco veces más ligeras que el metal y dos veces más delgadas. Es un material altamente resistente a las temperaturas, a los impactos, elástico y, por lo compacto de su composición molecular, altamente aislante.
Construir edificaciones de concreto reforzado con este polímero permitiría crear estructuras muy ligeras de paredes delgadas pero altamente resistentes y aislantes. Estás construcciones podrían ser climatizadas sin la necesidad de aire acondicionado, lo que las haría no sólo más baratas, sino también más sustentables.
Una nueva fibra que podría cambiarlo todo
La lignina es un material que compone alrededor del 25% (a veces mucho más) de los árboles que se usan para la producción de pasta de celulosa. Este material no sirve para la industria del papel y por lo general se desecha o se quema. Sin embargo, el estudio de Eric Frank ha demostrado que la lignina puede ser convertida en fibra de carbono por medio de procesos químicos sencillos.
Este es un descubrimiento que podría relegar el uso de metal en la construcción a un mercado marginal, ahorrando grandes cantidades de dinero y evitando toneladas de gases nocivos para el ambiente. Esto no sólo representa una revolución para la construcción, sino también para industrias como la aviación y la fabricación de coches.
La producción de una fibra de carbono barata y sustentable ayudaría a reducir en gran medida los costos de los coches, especialmente los eléctricos que, al ser más ligeros, requerirían mucha menos energía para moverse. También liberaría una gran presión sobre la industria aeronáutica y aeroespacial.
Conclusión
A pesar de los grandes beneficios de la fibra de carbono en la construcción, sus costos tanto económicos como ambientales han sido un obstáculo para su uso masivo. Ahora podríamos llegar a reemplazar el metal por carbono en el hormigón, al igual que los nuevos materiales que están reemplazando al cemento.