La invasión de fábricas alemanas con este tipo de elementos ha sido el primer paso para conquistar el mundo y éstos aunque parezcan inofensivos, en realidad pueden desencadenar una serie de daños a nivel económico, por lo que resultará necesario dentro de poco encontrar solución a los problemas que se avecinan.
La imagen inofensiva de este invasor de las fábricas alemanas contrasta con sus altas capacidades
Ciertamente lucen como inofensivos en su apariencia los miembros de este ejército que ya empieza a invadir algunos ambientes laborales, aunque la mayoría han sido dotados de una fuerza brutal que ha sido orientada a darle mayor capacidad para levantar y transportar objetos voluminosos o de gran peso.
Sin embargo, no serán del todo bien recibidos porque no es la fuerza física de estos invasores a lo que más temen los compañeros de estos nuevos trabajadores, sino a la posibilidad que estos tienen para sustituirlos dentro de poco en sus puestos de trabajo al resultar más eficientes y más reducidos los costes de su aplicación laboral.
El fabricante alemán de autos de lujo Mercedes-Benz ha comenzado a probar a estos inofensivos trabajadores en su planta de producción en Berlín, como parte de su esfuerzo de innovación dentro del proceso de fabricación de sus futuros vehículos, y con ello está abriendo, no sin riesgos, el camino hacia una invasión de robots humanoides.
Los robots han sido bautizados con el nombre de Apollo y son fabricados por Apptronik, una compañía especializada en robótica de Estados Unidos, con el objetivo de incorporarlos gradualmente a distintas etapas del proceso de fabricación de coches, estando capacitados para realizar importantes tareas de:
- Gestión logística
- Control de calidad
- Apoyo en líneas de producción
El hombre más rico del mundo hace el anuncio y tiempo después varios se le adelantan
La planta de ensamblaje de coches de lujo de Mercedes-Benz en Berlín es la fábrica pionera en la aplicación de estos autómatas capacitados para movilizar componentes y módulos hasta el sitio de trabajo que utilizarán los operadores técnicos para ensamblar cada vehículo, siendo la calidad de estas partes primero evaluadas por los robots.
Según voceros de Mercedes-Benz, la inversión destinada a esta tecnología tiene como propósito la modernización de las diferentes etapas del proceso de producción con el fin de alcanzar un grado óptimo de eficiencia en la línea de ensamblaje en serie de vehículos, tal como se viene planificando desde hace varios años.
Aunque la compañía estadounidense Tesla, propiedad de Elon Musk, fue la primera en anunciar la incorporación de este tipo de robot en sus plantas de ensamblaje, al igual que ha sucedido en anteriores ocasiones, Mercedes-Benz se lanzó al dar el primer paso cuando llevó la robótica humanoide a su planta ensambladora ubicada en Berlín.
En la primera avanzada de este ejército ya han ocupado Berlín y próximamente podrían hacerlo en todo el mundo
Desde hace algunos años los robots han estado presentes en las cadenas de montajes de muchas empresas ensambladoras de vehículos, sin embargo, esta vez se trata del tipo humanoide, lo cual plantea una nueva etapa de implementación de la robótica con propósitos más amplios dentro de los procesos de producción.
Apptronik, la empresa fabricante de estos robots, fue fundada en 2016 y se encuentra su sede en el Laboratorio de Robótica Centrada en el Ser Humano de la Universidad de Texas, siendo el destino de la inversión de miles de millones de dólares por parte de la firma alemana, quien ya ha empezado a hacer uso de los robots que ayudó a fabricar.
Sin embargo, la noticia no ha sido bien acogida por todos porque algunos temen que con el tiempo estos autómatas los reemplacen paulatinamente en sus puestos de trabajo, pues ya se encuentran en la fase de prueba y la obtención de una reducción de costes con su incorporación o el incremento de la eficiencia podrían dar lugar a un reemplazo definitivo.
En conclusión, es inofensiva la apariencia de los robots humanoides que actualmente invaden fábricas alemanas y que amenazan con hacerlo en todo el mundo, sin embargo, a lo que más temen sus compañeros humanos es la capacidad que tienen estos para realizar un trabajo más eficiente y sin pago alguno.