Francia posee amplias costas hacia el océano Atlántico, lo que le ha permitido explorar el mismo de una forma bastante concienzuda. Tanto así que acaba de encontrar un tesoro que es invaluable en el fondo del mar, lo reclamó como suyo y no tiene intenciones de compartirlo. Pasemos a ver de qué se trata.
El gran tesoro que le regaló el mar a Francia
El mar está en continuo movimiento, ya que la marea obedece a la influencia de la gravedad lunar en un increíble equilibrio cósmico. Este movimiento del mar, en la actualidad, está siendo aprovechado para la generación de electricidad. A esta fuerza impulsora se le llama energía mareomotriz.
Esta es una fuente energética renovable muy confiable y continua, puesto que no depende de factores climáticos cambiantes como las energías fotovoltaicas y eólicas. Por otra parte, los equipos que se utilizan para generar son sustentables y no emiten CO2. En este sentido, Francia halló un tesoro frente a sus costas.
Un proyecto para la generación de electricidad utilizando la energía mareomotriz
Francia está llevando adelante un proyecto llamado NH1 que generaría electricidad utilizando la fuerza de las corrientes marinas y submarinas, lo ha reclamado como suyo para favorecer a sus nacionales. El mismo ha recibido financiación del Fondo de Innovación 2023 de la Unión Europea.
Por 31,3 millones de euros. La gestión, diseño y construcción de este sistema estará a cargo de la compañía francesa Normandie Hydroliennes, una empresa dedicada al desarrollo de fuentes energéticas de origen hidrológico. La estructura proyectada contempla la instalación de cuatro turbinas eólicas marinas.
Las que serán ubicadas en el Canal de la Mancha, en un paso marino conocido como Raz Blanchard que posee un potencial máximo estimado para generar energía mareomotriz de unos 5 MW. Estas turbinas a instalar serán del modelo AR3000 y son las más grandes del mundo en el sector, con una potencia cada una de 3 MW.
Por lo que el proyecto tiene una capacidad de 12 MW (aunque también los galos tienen otras fuentes energéticas como esta). Su rotor mide 24 metros de diámetro y tiene un sistema de control muy avanzado que ajusta automáticamente tanto el ángulo como la velocidad de sus aspas.
Lo que hace más optimizada la generación de electricidad. Un dato muy curioso es que la configuración de la estructura marina de estos aerogeneradores hace que se tarden unos 20 minutos en ser instalados con mano de obra experta. Los equipos son fabricados por la compañía Proteus Marine Renewables.
La que se especializa en la creación y desarrollo de aerogeneradores marinos con tecnología de punta. Por otra parte, estas turbinas no producen contaminación ni ruido, asimismo producen un muy bajo impacto ambiental y visual en el paisaje submarino y no perjudican los ecosistemas del área.
En cuanto a su rendimiento, Francia indica que podrá aportar 34 GWh al año a la red eléctrica convencional y se estima que su capacidad es ampliable hasta los 1000 GW en el 2050. Se estima que, de comenzar su construcción ese año, empezaría a operar a finales del 2027 para integrarse a la red eléctrica en el año 2028.
El transporte de la energía hasta tierra firme
La electricidad que es producida por las turbinas, será llevada a tierra firme mediante un solo cable de transmisión de energía que une a las cuatro turbinas para lograr una operación de traslado eficiente. Es usado en proyectos no solo en Francia sino en otros como la interconexión eléctrica entre países.
En definitiva, Francia halló un tesoro energético que es invaluable en el fondo del mar (que es comparable con el descubrimiento de las plantas solares en este país). Se llama energía mareomotriz y será explotada utilizando cuatro grandes aerogeneradores submarinos.












