Las energías renovables son la mejor arma que tienen los países en la lucha contra el cambio climático ya que son sostenibles, ecológicas y sin emisiones de gases de efecto invernadero. Pero presentan un gran inconveniente, ya que dependen de factores climáticos. Te presentamos las baterías del futuro para almacenar esta energía las cuales consisten en una rara “pasta dental” negra. Veamos cómo es esto.
Las baterías de litio: una tecnología obsoleta
Para solventar el problema de la estacionalidad de las energías renovables se ha usado el almacenamiento en baterías, el cual ha sido un método muy eficiente ya que luego podrá ser usada de manera controlada cuando se necesite. La tecnología más utilizada es la que tiene como componente activo, el litio. Que es un metal muy liviano y posee una capacidad electroquímica muy alta.
Por lo que resulta muy adecuado para respaldo y almacenaje de energía, pero su explotación no es ecológica, ya que se encuentra en rocas minerales y salmuera siendo su proceso de extracción muy contaminante. Asimismo, los dispositivos construidos con litio, son de estado sólido y, por lo general, son muy voluminosos. Por esta razón, es una tecnología que está cayendo en desuso por otras nuevas.
Una nueva tecnología que sustituirá al litio por su versatilidad
Las baterías de litio nunca fueron el futuro para las renovables. Así lo han dicho un grupo de científicos que se encuentran adscritos a la Universidad de Linköping de Suecia, los cuales han inventado un dispositivo de almacenamiento el cual se compone de una “pasta dental” negra que tiene la capacidad de tomar cualquier forma, por lo que es muy versátil, pero conservando los atributos de ese elemento.
Sobre todo, en lo referente a su capacidad de guardar energía (aunque también hay una tecnología emergente que usa plástico barato que será una fuerte competencia). En esta forma de fabricación, se han sustituido los tradicionales electrodos sólidos por otros hechos de un material semilíquido que hace que el dispositivo tenga un diseño que es muy flexible y adaptable en forma y espesor a cualquier necesidad.
Con este desarrollo se aprovechan las propiedades de los polímeros conjugados, comúnmente llamados plásticos conductores, que se combinan con lignina que es un biopolímero muy resistente y que es considerado un desecho vegetal en la industria de fabricación de papel. Las baterías hechas con este proceso, tienen propiedades muy útiles como el ser flexible pudiéndose extender hasta el doble de sus dimensiones.
Son compatibles para impresiones en 3D por lo que son muy dúctiles y maleables. Soportan más de 500 ciclos de descarga y carga sin pérdida apreciable de su capacidad. Está hecha con materiales que provocan un muy bajo impacto ambiental, abundantes y muy baratos. Son ideales para ser usadas en aparatos portátiles y se está investigando para su uso en grandes sistemas de energía renovable.
Sus ventajas en comparación con tecnologías existentes
Entre las ventajas de estas baterías, aparte de ser flexibles y adaptables contrarias a las que son sólidas, está que en su composición no se utilizan metales raros que son contaminantes. Asimismo, mantiene su flexibilidad de forma inalterable durante los procesos de descarga y carga a diferencia de otras que fueron hechas con galio líquido, que adquieren solidez con el tiempo. Son una opción que resulta sostenible para uso a gran escala.
Concluyendo, estas baterías flexibles hechas con “pasta dental” negra presentan muchas ventajas respecto a las convencionales (aunque también tenemos a estas hechas en España que prometen ser un sustituto perfecto). Una de ellas es que no incorporan materiales que sean contaminantes y mantienen su capacidad durante más de 500 ciclos. Resultan en una opción que es económica y sostenible.











