El cambio de horario es una realidad que ya tenemos asumida, a pesar de que no a todos nos guste la idea. Dos veces al año repetimos el mismo ritual: mover las manecillas del reloj, revisar el microondas y ajustar el despertador. Este es un cambio que siempre nos han dicho que sirve para ahorrar energía eléctrica, sin embargo, en el último lustro el debate se ha encendido en España, hasta el punto de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado que propondrá a la Unión Europea eliminar el cambio de hora estacional para el año que viene, argumentando que «apenas ayuda a ahorrar energía», pero ¿Cuál es la verdad? ¿Realmente ayuda?
Un debate sobre electricidad
Estamos acostumbrados a cambiar el horario 2 veces al año, sin cuestionarnos si realmente esto tiene una utilidad, pero ahora, ha comenzado un gran debate en España, donde todos están cuestionando si este cambio realmente ayuda a ahorrar energía o es simplemente una medida innecesaria. Esta pregunta es muy importante y la respuesta, al mirar los datos es sorprendente.
Si la medida se mantiene con el objetivo de reducir el consumo, la cantidad final que se logra ahorrar es tan pequeña que muchos se preguntan por qué se sigue haciendo. El ahorro que se consigue es tan insignificante que es fácilmente superado por el coste que pagamos en nuestra propia salud. La cifra que revela el verdadero impacto del ajuste horario anual es, cuando menos, interesante.
La verdad sobre el cambio de horario
Si te sorprendiste con la verdad sobre la energía eólica, quédate para conocer la verdad sobre el cambio de horario. Antes, el gobierno (a través del IDAE) defendía que cambiar la hora ayudaba a ahorrar. Pero los estudios recientes, con datos de los últimos cinco años (2020 a 2024), muestran una verdad incómoda: el cambio de hora casi no ahorra nada de electricidad.
Un análisis detallado que compara las semanas antes y después de los cambios horarios ha encontrado que el ajuste tiene hoy un efecto casi insignificante en la demanda de luz. El consumo de luz por las tardes, apenas cambia, de hecho, en 3 de los últimos cinco años, ¡el consumo incluso aumentó un poco!
La empresa Papernest calcula que el ahorro medio por hogar es de apenas 1.4 euros al año, incluso en el escenario más optimista. Esto es el equivalente a mantener encendida una bombilla LED durante una hora a la semana ¡una verdadera burla! Con el consumo eléctrico dependiendo ahora del teletrabajo, la calefacción eléctrica, y el uso constante de dispositivos, el cambio de hora es lo que menos importa.
El debate aún no termina
Ahora que quitamos el argumento económico, la discusión fue por un lado más sensible: nuestra salud y bienestar. El cambio de hora provoca un pequeño desajuste, conocido como «jet lag social», que tiene a los expertos divididos. Algunos, como el profesor Manolis Kogevinas, dicen que mover la hora es bueno porque es «natural» para el cuerpo y que el malestar desaparece en menos de una semana.
Sin embargo, otros no están de acuerdo. Expertos como la Dra. Celia García Malo (especialista en neurociencias) dicen que es un «problema de sueño totalmente innecesario» que afecta mucho a quienes más les cuesta adaptarse, como los niños y las personas mayores. Esto es algo que no podemos negar, pues muchas veces más que una ayuda, el cambio de hora se vuelve un momento estresante.
El consenso de los especialistas en sueño (Sociedad Española del Sueño, Asociación Española de Pediatría) es claro: el horario de invierno es el más adecuado para nuestro ciclo biológico, ya que favorece un mejor descanso y reduce la fatiga, sin embargo, esto choca con la preferencia de la mayoría de los españoles, que, según el CIS, eligen mantener el horario de verano.
La cantidad que se ahorra con el ajuste horario es tan pequeña que el verdadero debate ya no es si vale la pena el gesto, sino cuánto nos afecta en nuestro día a día. La verdad es que si realmente queremos ahorrar en energía, debemos recurrir a otros caminos como, como esta novedosa turbina que te ahorra mucho dinero en electricidad. El debate sobre si el cambio es bueno para nuestra salud, probablemente continúe pero, lo que si quedó demostrado, es que para ahorrar energía, dinero y de paso, ayudar a nuestro planeta, el cambio de horario no es el camino.
