El sector de la movilidad es uno de los que presentan mayores innovaciones en la lucha contra el cambio climático que llevan adelante los países de todo el mundo. Esto se debe a que produce una importante cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero. Entre las tecnologías alternativas limpias está la que quema partículas de agua cuyo mayor patrocinador es Japón por lo que, si este se rinde, será el fin de la misma.
La tecnología de movilidad que usa partículas de agua o hidrógeno
La tecnología que utiliza el hidrógeno como combustible es una de las más prometedoras como alternativa a los de origen fósil, puesto que no tiene emisiones de CO2 y otros gases perjudiciales a la atmósfera, ya que su único desecho es vapor de agua. Aunque en realidad no son partículas de agua las que se queman, este gas se obtiene de este líquido a través de un proceso conocido como electrólisis.
El cual separa las moléculas de este gas de las de oxígeno, recordando que la fórmula química del agua es H2O. En países como Japón, se han construido vehículos que usan este elemento para su propulsión, mostrando ventajas como una gran eficiencia energética, una autonomía muy larga y un tiempo de recarga muy corto. Pero su masificación se ha visto frenada por algunas dificultades como la falta de estaciones de recarga.
Japón cambia sus expectativas respecto al coche de hidrógeno
Japón, a través Toyota que es su icónico fabricante de coches, es el país que tiene la apuesta más alta por el hidrógeno como combustible. Sin embargo, se dice que ha decidido cambiar sus expectativas al respecto por lo que, de ser esto así, significaría que no volveríamos a ver vehículos que utilicen “partículas de agua” para su movilidad. Esta decisión estaría basada en las estadísticas de ventas de sus coches.
De acuerdo al análisis hecho por uno de los diarios ingleses más fiables en noticias económicas como lo es el Financial Times, esto se debe a la baja aceptación por parte del público de esta tecnología frente a los coches electrificados que resultan más económicos y confiables, puesto que poco a poco se van expandiendo las estaciones de recarga al contrario de las hidrogeneras de las cuales muchas están cerrando.
Precisamente porque hay muy pocos automóviles de hidrógeno (aunque los nipones han creado un reactor ecológico que produce este gas lo que se interpreta como que aún creen en él). En el año 2014, en el evento que dio inicio a la comercialización del Mirai, un coche de hidrógeno de la Toyota que era de última tecnología, su presidente afirmó que el futuro de la movilidad estaba relacionado con este combustible.
Pero hoy, más de 10 años después, y en vista de que solo vendieron 27 500 coches de ese modelo, el mismo funcionario no pudo ocultar su decepción ante unos periodistas que lo entrevistaron al respecto en el circuito de Fuji que se encuentra en la nación del sol naciente donde declaró, no sin amargura, que “no puedo asegurar que el hidrógeno tenga un futuro prometedor”, lo que significa que Japón está por rendirse.
Una sociedad creada para promover este combustible
En medio del entusiasmo que había alrededor del hidrógeno como combustible alternativo, Japón hizo pública la creación de la “Sociedad del Hidrógeno” en 2016. La misma comenzaría a funcionar junto con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que fueron pospuestos para el 2021 por la pandemia pero el inicio de este ente nunca se materializó.
Concluyendo, el hidrógeno fue considerado el futuro de la movilidad sostenible (aunque Japón consiguió la solución para uno de los principales problemas de los coches que operan con este elemento), pero su aceptación fue muy baja porque la recarga no era confiable. Si Toyota se rinde, es muy difícil que esta tecnología despegue por lo que los vehículos con este combustible no los veremos más.