¿Te imaginas que el aislante del futuro sea un material comestible y que encima sea tan fácil de emplear que solo sea pegar y ya? Eso sí que sería una verdadera revolución en materiales de construcción. Te sorprenderás saber cuál es este genial sustituto de los azulejos.
El aislante del futuro viene del maíz reciclado: prueba a comerlo
Buscando obtener mejores opciones dos startups, una belga y la otra neerlandesa, parecen haber dado en el clavo al crear un material que puede ser utilizado para el revestimiento interior y del mobiliario, por lo que sería un buen sustituto de algunos materiales tradicionales.
Al material creado le han dado el nombre de Cornwall porque es elaborado a base de residuos del maíz, especialmente el tallo y la mazorca, el cual normalmente es desechado una vez que se obtienen los granos.
Por consiguiente, ya no estarían destinados estos residuos del maíz procesado a la producción de biomasa, como normalmente se venía haciendo, sino que ahora se emplearán para la fabricación de este nuevo material de revestimiento interior.
Mira como se fabrica este nuevo aislante comestible
El procedimiento de fabricación del material aislante que idearon StoneCycling y Circular Matters, las dos compañías especializadas en crear nuevos materiales de construcción, es el siguiente:
- Se recolectan las mazorcas de maíz desgranadas
- Las mazorcas son sometidas a un proceso de secado
- Las mazorcas secas son trituradas de forma especial
- Al producto de la trituración se le añade varias sustancias pigmentadoras
- La masa pigmentada es presionada hasta formar láminas
- Las láminas se cuecen a 150 °C
Qué tiene de especial este nuevo aislante ¡Te sorprenderás al saberlo!
En primer lugar, todo el material empleado, hasta los pigmentos naturales y biodegradables, provienen de la planta de producción de biomasa de Circular Matters localizada en la ciudad belga de Amberes.
Las láminas resultantes poseen 4 milímetros de grosor, es decir, su grosor es menor al de algunos materiales aislantes, pero igualmente eficientes para aislar, porque estas láminas son sometidas a una temperatura que conlleva a la activación de los biopolímeros.
Todos estos aspectos involucrados en el proceso dan como resultado un material que sirve para aislar y que posee las siguientes características:
- Posee una alta resistencia
- Es bastante duradero
- Proceso exento de combustibles fósiles
Por consiguiente, la obtención de este novedoso material aislante parte de un proceso de producción sustentable exento de emisiones de CO2, donde incluso la energía utilizada para cocer las láminas es amigable con el ambiente.
Es hecho de desperdicios y encima te lo puedes comer
Aunque no poseen un gran grosor este material para aislar no resulta frágil, aunque sí bastante liviano, al punto que un m2 de estas láminas pesa un poco más de 5 kilos.
Otro punto importante es que el nuevo aislante es fabricado con mazorcas desgranadas y tallos de las plantas de maíz, residuos que tienden a acumularse, sobre todo considerando que la cantidad de cultivos mundiales de maíz alcanzan los 200 millones Ha.
Por otro lado, su instalación es muy sencilla al requerir solo ser sujetadas las láminas con materiales fijadores como grapas, tornillos o pegamento.
Resulta también un material bastante atractivo, accesible y adaptable porque se puede obtener en 8 tipos de colores y de dos tamaños en muchas tiendas de la construcción en Europa que se especializan en aislantes.
Sin embargo, lo más interesante de este novedoso material de construcción es que se trata de un aislante que cuando llegue el momento de ser reemplazado no se constituirá en residuo, tal como sucede con el 35% de los materiales de construcción.
En definitiva, parece que este aislante del futuro obtenido de los residuos del maíz que han creado dos startup europeas hará que más nadie piense en azulejos al momento de revestir paredes y tabiques.
