En 2022 Qatar se convirtió en el centro de atención de todos los países del mundo al convertirse en la sede de la edición de ese año del Mundial de Fútbol. A tal efecto, se construyo en medio del desierto una megaciudad con todo tipo de servicios y lujos, equipada con tecnología de punta y enfocada en la sustentabilidad. Se trata de la ciudad de Lusail, uno de los proyectos más ambiciosos de la historia.
Lusail: la megaciudad levantada en medio de las dunas de un desierto inhóspito
Qatar es un pequeño país ubicado en el Golfo Pérsico, con una superficie de poco más de 11.000 kilómetros cuadrados, siendo una de las naciones más pequeñas del mundo. Sin embargo, su PBI nominal es uno de los más altos a nivel global, de más de 235.000 millones de dólares.
Desde hace varios años, el gobierno qatarí ha estado canalizando buena parte de este capital hacia proyectos que permitan diversificar su economía, que actualmente se nutre casi exclusivamente de las reservas de petróleo y gas natural. Su enfoque va en consonancia con ambiciosos megaproyectos similares a Neom y The Line, en la vecina Arabia Saudí.
Con el objetivo de abrirse al mundo y demostrar el nuevo enfoque económico y tecnológico de Qatar, se levantó una ciudad desde cero en una zona desértica a 15 kilómetros de su capital, Doha, donde antes sólo existía una pista de Moto GP. El proyecto requirió una inversión semanal de 500 millones de euros, convirtiendo las dunas deshabitadas en una pujante megaciudad para 200.000 personas.
La megaciudad construida para el Mundial Qatar 2022: torres de Legos y hoteles en forma de cimitarra
En 2010 la FIFA anunciaba la elección de Qatar como sede del Mundial de Fútbol 2022. En poco más de 10 años, se erigieron imponentes estadios, lujosos hoteles y zonas comerciales y de entretenimiento de arquitectura disruptiva empleando tecnología de construcción sostenible, fuentes de energía renovable e innovadores sistemas de transporte libres de emisiones.
La Marina Twin Towers es una de las edificaciones más llamativas, diseñada con una estructura de bloques coloridos que parecen haber sido apilados despreocupadamente por un niño. Desde allí se puede ver el archipiélago artificial «The Pearl», donde se extraían perlas para la exportación, ahora convertida en un área residencial de lujo.
Otra de las edificaciones más emblemáticas de esta megaciudad son las Katara Towers, dos torres enfrentadas de forma arqueada inspiradas en las tradicionales cimitarras usadas por los antiguos pueblos árabes. Con 211 metros de altura, ofrecen lujosos alojamientos con la exclusiva categoría de 6 estrellas, lo que da una idea de la suntuosidad que podrías encontrar.
Lujo, sustentabilidad, tecnología y tradición: una amalgama que representa el futuro de Qatar
Cada uno de los edificios de la megaciudad de Lusail está cuidadosamente pensado y diseñado para reflejar el futuro al que apunta Qatar sin dejar de lado las tradiciones y raíces culturales. Así fue construido el Lusail Sports Arena, el estadio más grande y donde se disputó la final del Mundial 2022. Con una capacidad para 86.000 espectadores, la estructura remite a las antiguas lámparas árabes.
Dejando de lado el gigantesco estadio pensado para los más importantes eventos deportivos y musicales, no se puede dejar de mencionar el Crescent Park. Un espacio verde inspirado en los característicos oasis desérticos del Golfo Pérsico.
Estas son sólo algunas de las maravillas que se erigieron en la urbe futurista para el Mundial 2022, y que busca ser el faro para el rumbo que proyectan tanto en el ámbito económico como en el desarrollo social y cultural de Qatar.
Las economías petroleras y la sostenibilidad: dos enfoques enfrentados
La megaciudad sostenible de Lusail ha sido pionera en la implementación de muchas tecnologías con certificación ECO, abriendo nuevos caminos que se alejan de los combustibles fósiles. Mientras tanto, tres países miembros de la OPEP han excedido el máximo de producción de petróleo y tendrán que compensarlo.