Mercedes es uno de los fabricantes de coches más grandes del mundo. Además de diseñar automóviles, también lo hacen con el motor que llevan asociado, el cual es exclusivo para sus modelos. Te presentamos la decisión de esta empresa respecto a su tecnología de máquinas térmicas.
Una decisión controversial: dar marcha atrás respecto a la fabricación de motores a combustión
Es bien sabido por todos los aficionados al automovilismo que la empresa Mercedes-Benz, en medio de la pandemia, anunció que no realizaría más inversiones en la investigación y diseño de motores térmicos. Para esto alegaba que no valía la pena seguir gastando en esta tecnología.
La cual muy pronto sería obsoleta y que desaparecería en el mediano plazo. Pero sus vehículos eléctricos no han tenido la aceptación esperada, lo cual ocurre principalmente por sus precios y la autonomía que ofrecen estos motores junto con el gasto de combustible. Por lo que han debido retomar la tecnología a combustión.
La tecnología de las máquinas térmicas como opción para Mercedes-Benz
Aunque Mercedes había paralizado sus inversiones en el motor a combustión interna, que tenía la ventaja de ser de muy bajas emisiones, como impulsor principal de sus vehículos. Pero el bajón de sus ventas los ha obligado a replantearse esta decisión para contrarrestar las consecuencias.
Lo que no se sabe es si será temporal o definitivo. Para entenderlo, hagamos un poco de historia. A principios de 2021, la cabeza de la unidad de desarrollo y miembro de la junta presidencial del fabricante, Markus Schäfer, declaró que las últimas inversiones se habían hecho casi dos años antes.
Esto refiriéndose al diseño y desarrollo de la tecnología térmica, volcando los esfuerzos de la compañía al sector de la electromovilidad. De hecho, consideraba que ésta tenía los días contados y que sería obsoleta, desapareciendo alrededor del año 2030.
Otro grande de Mercedes, Ola Källenius, quien es delegado y consejero de la organización, dijo que ahora la compañía trabajará paralelamente en dos programas: uno de motores térmicos y el otro, que por cierto ya tiene tiempo trabajando, dedicado a la propulsión eléctrica y sus sistemas.
Asimismo, anunció que estas labores se extenderían durante más tiempo que el previsto inicialmente, aunque esta reseña es para el programa de máquinas eléctricas. Estos programas después serán enfocados a un objetivo común: integrar ambas máquinas en una sola híbrida.
Esta es la respuesta de Mercedes para la actual coyuntura económica que enfrentan con sus coches eléctricos. Toda vez que no ha alcanzado las metas de ventas esperadas ni en Alemania ni en el resto de los continentes así que ha tenido que dar marcha atrás en su primera política.
Igualmente, con esta maquinaria térmica, que es de muy bajas emisiones y alto rendimiento de carburante, planea cumplir con la estricto normativa Euro 7 sobre cero emisiones. Pero el mundo teme que quiera usar combustible fósil como la gasolina o el diésel.
¿Y qué planes hay para el motor eléctrico?: una duda razonable
En este sentido, los planes siguen su marcha, pero de una manera más pausada. Por ejemplo, el que se refiere a la construcción de factorías de celdas para baterías de ion de litio, las cuales tendrían una capacidad de 200 GWh como máximo.
De igual forma, para la empresa Automotive Cells Company. Esta pausa en los planes, aunque no implica su abandono, sí supone que la inversión se verá recortada. De forma que la única gran empresa de ACC que entraría en producción en el corto plazo será la de Kaiserslautern en Alemania.
En conclusión, Mercedes vuelve al diseño de su motor térmico, pero modificado para bajas emisiones y así calmar el temor del mundo entero frente a esta tecnología, referido al regreso de la antigua máquina de combustión interna ineficiente y de alto consumo.













