Una buena alternativa para implementar en movilidad que mitigue las emisiones de carbono a la atmósfera es adquirir vehículos con un motor más sostenible como es el caso de los eléctricos o de hidrógeno. Sin embargo, aquí te contaremos una tendencia más asequible con un combustible que se encuentra en auge y en línea con las condiciones impuestas por la UE en materia ambiental.
¿Cuál es el combustible del futuro?
Si bien este combustible ya se encuentra en el mercado desde hace mucho tiempo, ahora vuelve a cobrar importancia por su variada oferta de beneficios en oposición al motor a gasolina, y por estar a un precio competitivo en relación a las tecnologías eléctricas y a hidrógeno.
El nuevo combustible que se afianza en la actualidad es el Gas Licuado de Petróleo o GLP. Presente en el mercado desde hace décadas por la escasez de gasolina y por la menor cantidad de emisiones.
Según los datos extraídos de las consultoras especializadas, las ventas de vehículos con GLP han crecido un 75% y se cree que existen más de 100.000 unidades entre el parque automotor español circulando por ciudades y carreteras.
¿Qué es el GLP?
El Gas Licuado de Petróleo es una combinación de los gases más livianos que se desprenden del proceso de refinamiento del petróleo, como el butano y el propano. Es el combustible más elegido popularmente por su afinidad de adaptación con los motores térmicos creando sistemas híbridos.
En este sentido, la misma proporción de este combustible comparado con gasolina genera más eficiencia y menos emisiones. Por lo que los vehículos híbridos comenzaron a tener más adeptos entre los transportes por tener mayor autonomía y reducir los costos notablemente.
No obstante, la caída de fabricación de motores diésel por su devaluado prestigio en términos de contaminación, es significativo el número de vehículos usados en España que aún utilizan este combustible, llegando casi al 50%.
Sin embargo, es posible adaptar la tecnología de GLP a un motor diésel, aunque también es más costosa, pudiendo oscilar entre los 2.500 y 3.000 euros. Asimismo, la inversión puede recuperarse rápidamente en vehículos de alto tránsito teniendo en cuenta el escaso valor del litro de GLP.
Beneficios del combustible proveniente del petróleo
Una de las ventajas más atractivas del GLP es el precio del litro de unos 0.95 euros, mucho más barato que la gasolina y el diésel. También ofrece mayor capacidad de transitablidad y en vehículos híbridos con gasolina y gas puede ofrecer mayor autonomía.
Si bien es un producto consecuente del refinamiento del petróleo, genera menos emisiones que el combustible y cuenta con la Etiqueta ECO de la DGT porque reduce las emisiones de NOx (gases de óxidos de nitrógeno) en un 90%, permitiendo transitar por áreas restringidas.
En línea con las normativas medioambientales ofrece más ventajas ecológicas con menores emisiones de carbono liberados a la atmósfera, con respecto a los motores a gasolina tradicional y el diésel.
Más propiedades del GLP
Cuenta con mayores puntos de repostaje que otros vehículos menos contaminantes, pero que sin contar con puntos de alimentación se encuentra limitada su salida al mercado. Este motivo es uno de los que ha ayudado a afianzarse aceleradamente la presencia del GLP en España.
Adicionalmente, dispone de una instalación sencilla a los motores convencionales, tanto a gasolina como diésel, ofreciendo una cierta independencia energética del combustible fósil y diversificando las opciones de fuentes de energía para el propietario del vehículo.
Por último, y no menos importante, emite menos contaminación de ruido y de vibraciones con respecto a los motores tradicionales. El potencial que tiene este combustible en la actualidad es llamativo, tanto que se ha vuelto a poner el foco en su importancia. Es un buen recurso por el momento para desandar el camino a la transición más sostenible.
