En realidad, el combustible turquesa es una variante del hidrógeno, producto de un proceso de extracción especifico. Es el resultado de una constante búsqueda de combustible, cuya producción y utilización sea cada vez más limpia, barata y sin emisiones perjudiciales para el ambiente.
El hidrógeno como combustible
Este es un elemento conocido como “el combustible del futuro”, por su limpieza al ser utilizado y la gran cantidad de energía que libera. Además, como desecho, produce vapor de agua, por lo que es muy amigable ecológicamente hablando. Y España es pionera en su fabricación con un proceso innovador y sin emisiones dañinas.
Como dice el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), es un medio de almacenamiento de energía que es generada por fuentes primarias. La cual libera en forma controlada, donde y cuando se necesite.
El combustible turquesa: hidrogeno a partir del metal
Su producción es a través de un proceso de descomposición del metal fundido. El cual se le denomina “pirolisis” y es alimentado por el biogás y el gas natural. En el procedimiento, se libera carbono en forma sólida, lo que implica que no se liberan gases contaminantes hacia la atmosfera. España ha desarrollado este método para obtenerlo de forma eficiente a partir del metal.
Adicionalmente, los metales que lo contienen son muy abundantes en el planeta. Y como el proceso para la extracción es muy económico, es una fuente de energía barata. Estos atributos hacen que el combustible turquesa sea visto como el hidrógeno que se utilizara en la mayoría de los procesos. Como en la generación eléctrica, telecomunicaciones, transporte, etc.
Ahora, esta forma de fabricación tiene una ventaja adicional: deja como producto del proceso el carbono en estado sólido. El cual tiene muchas aplicaciones industriales, sobre todo en el transporte. Como por ejemplo en la fabricación de las fibras de carbono para aviones y coches o para el reforzamiento de los neumáticos.
Esto porque es un elemento liviano pero muy resistente, por otra parte, es moldeable y se adapta a cualquier forma.
El futuro del combustible turquesa como fuente energética
Ebara, es una empresa japonesa que se especializa en la fabricación de maquinaria industrial. La cual se ha erigido como el principal competidor de España en la producción del combustible turquesa. Puesto que ha venido trabajando en un nuevo método, con el objeto de iniciar su comercialización en el año 2026.
Sin embargo, España no tiene de que preocuparse, ya que su proceso es único y muy eficaz para extraerlo del metal. La opción que le sigue más de cerca, es producir hidrógeno verde la que no produce dióxido de carbono en ninguna forma. Pero presenta el problema de que es muy costosa por la cantidad de energía que se necesita.
Ahora bien, otro tipo de hidrógeno muy utilizado, sobre todo en la industria, es el «hidrógeno azul». Pero para generarlo se utilizan fuentes de energía de combustibles fósiles. Por otra parte, como produce carbono gaseoso, para reducir las emisiones hacia la atmosfera, requiere del uso de tecnología para su captura y almacenaje.
Mientras que la producción del combustible turquesa, tal y como España lo plantea, ha despertado mucho entusiasmo. Por representar un combustible que cumple con los estándares de ser abundante, económico y ecológicamente sustentable. Aunque dependería de la fuente de electricidad necesaria para el calentamiento del metal.
De todo lo visto, te habrás dado cuenta de que el combustible turquesa representa una variedad del hidrógeno, aunque tiene un gran problema por resolver. Asimismo, su obtención se ha facilitado gracias al método que nuestro país ha desarrollado para extraerlo del metal. Ello hace pensar que destrone a los otros tipos de hidrógeno como combustible del presente y el futuro.