La palabra «sequía» se ha vuelto sinónimo de la falta de lluvia y la escasez de agua, un problema que afecta a millones de personas. Pero en el mundo de la alta tecnología y la energía, se está gestando otra crisis, silenciosa, pero mucho más devastadora para nuestra forma de vida moderna. Nuestro querido Elon Musk, ya lo ha advertido, pero no todos lo han tomado enserio, pero esta nueva escasez tiene el potencial de frenar el avance tecnológico más rápido de la historia. Veamos de qué se trata.
Una sequía muy peligrosa
La demanda de energía está creciendo a una velocidad que la red eléctrica global no puede manejar, pero esto no pasa solo porque ahora hay más coches eléctricos o porque somos descuidados con nuestros electrodomésticos, sino por algo que gasta mucha más luz. Se trata de la Inteligencia Artificial (IA). Los edificios llenos de computadoras que usan la IA están consumiendo tanta electricidad que duplican su gasto en muy poco tiempo.
Elon Musk, el famoso dueño de Tesla y que siempre hace predicciones llamativas, ha alertado al mundo. Él dice que si no hacemos algo pronto, habrá una gran falta de electricidad. La verdadera crisis, según él, es que la IA se quedará sin transformadores. Estos aparatos son totalmente necesarios porque bajan la fuerza de la electricidad de la red para que puedan funcionar los chips súper potentes que usa la inteligencia artificial.
El problema detrás del consumo
El problema principal de todo esto es la velocidad a la que está creciendo la Inteligencia Artificial. Musk asegura que lo que gasta la IA en electricidad está aumentando diez veces cada seis meses. Aunque es obvio que este ritmo tan rápido no puede seguir para siempre, nunca antes se había visto algo así en ninguna otra tecnología, de hecho algunos quieren buscar energía en el espacio porque la IA se salió de control.
Esta necesidad enorme de electricidad, junto con el crecimiento de los coches eléctricos y el uso de aires acondicionados, está creando una presión que la red eléctrica mundial no puede aguantar. Los trabajos de entrenamiento de la IA consumen muchísima energía, y hacer una simple pregunta a un sistema de IA moderno gasta 33 veces más luz que una búsqueda normal en internet.
Musk explica que esta crisis de energía tiene un orden muy claro de problemas que vendrán. La primera etapa, que ya se superó, fue la falta de chips de computadora. La etapa en la que estamos ahora, y por la que Musk advierte que hay crisis es la falta de transformadores. Estos aparatos son totalmente vitales, porque tienen que bajar la alta fuerza de la electricidad que viene de la red a los pocos voltios que necesitan los chips de IA para funcionar.
Si llegamos a superar esta falta de transformadores, vendrá la tercera etapa, que será la falta de generación de energía. En ese punto, el mundo tendrá que encontrar con urgencia la manera de producir mucha más energía, justo cuando todos están intentando usar solo fuentes de energía limpia, para dejar de contaminar nuestro planeta.
Necesitamos soluciones con urgencia
Esta escasez de electricidad, transformadores y chips podría ser tan devastadora para la sociedad moderna como la falta de agua, por lo que es de suma urgencia encontrar soluciones y los líderes de la industria ya están buscando alternativas. Hay quienes, como Sam Altman (CEO de OpenAI), apuestan fuertemente por acelerar el desarrollo de la energía nuclear de fusión y otros, como Microsoft, están invirtiendo en pequeños reactores.
La realidad es que, independientemente de si las predicciones de Musk se cumplen, no podemos negar que la demanda de electricidad por parte de la IA va camino de duplicarse el 2026, según la Agencia Internacional de la Energía. Si el avance tecnológico sigue a este ritmo, la humanidad deberá enfrentar muchos tipos de sequía, siendo la de la electricidad la más urgente.
Elon Musk ya nos ha advertido a de una inminente «sequía de electricidad», pues la demanda de la Inteligencia Artificial está agotando los transformadores necesarios para alimentar los chips. Esta crisis en la red eléctrica es el gran obstáculo del futuro y obligará a la humanidad a invertir dinero urgentemente en nuevas maneras de producir electricidad, como la energía nuclear, si queremos que el avance tecnológico no se detenga. Esperemos que muy pronto se logre encontrar una solución que no contamine nuestro planeta, pues ya nos despedimos de la fuente más destructiva y no podemos volver atrás.
