Sabemos que los países siempre hacen todo lo que sea necesario para producir más energía, sin embargo, muchas veces esas acciones terminan contaminando nuestro planeta. Eso es lo que pasaba con la fuente de energía más destructiva del mundo pero ahora, por fin podremos despedirnos de ella, pero ¿De qué fuente se trata? ¿Qué ha sucedido? Quédate para descubrirlo.
Un logro nunca antes visto en el mundo
Durante mucho tiempo, los científicos y activistas nos advirtieron que teníamos que cambiar la forma en que producimos electricidad para salvar nuestro planeta, pero esta meta parecía muy difícil de alcanzar, casi imposible.
Pero en el primer semestre de 2025, la humanidad alcanzó un hito que marca un antes y un después en esta lucha contra el cambio climático, gracias a la energía solar y a la energía eólica que generaron electricidad de una forma nunca antes vista.
Las energías limpias subieron hasta representar el 34,3% de toda la electricidad, mientras que la energía más destructiva cayó a su nivel más bajo en mucho tiempo, generando solo el 33,1%. La diferencia es pequeña, pero la señal de que el mundo cambió es gigante.
Los expertos que analizaron este informe aseguran que estamos en un momento decisivo. Por primera vez en la historia moderna, la electricidad mundial se apoya más en el sol y el viento que en el carbón, un avance que la humanidad persiguió por muchísimos años para asegurar su futuro.
El sol es el nuevo protagonista
Hace poco vimos que España se despedía del petróleo y ahora tenemos una nueva revolución donde la energía solar se llevó todos los aplausos, pues su crecimiento fue tan rápido que ella sola cubrió el 83% del aumento de la demanda global de electricidad.
La producción solar subió un increíble 31% en solo un año, y ahora representa casi el 9% de toda la electricidad del mundo, duplicando su participación en apenas cuatro años. Esto es el resultado de que la tecnología se ha vuelto más barata y las inversiones se han disparado.
China fue el motor principal de este boom solar, siendo responsable de más de la mitad (55%) de todo el crecimiento de esta energía en el planeta. Le siguieron Estados Unidos, la Unión Europea e India. Este auge es tan claro que 29 países ahora obtienen más del 10% de su electricidad directamente del sol.
El viento creció a un ritmo más tranquilo, pero también mantuvo un papel clave. Al final, la suma de todas las energías renovables generó 5072 TWh superando con fuerza los 4896 TWh que aportó el carbón, la fuente más destructiva y contaminante.
Los contrastes entre las grandes potencias
El panorama no fue igual en todas las grandes economías. China, se convirtió en un gran ejemplo, pues el crecimiento de sus energías limpias fue suficiente para cubrir toda su demanda, lo que le evitó enviar a la atmósfera 46 millones de toneladas de dióxido de carbono.
Pero la situación fue opuesta en otros lugares. En Estados Unidos, la demanda de energía subió mucho debido a la expansión de fábricas y centros de datos, pero el crecimiento de las renovables no fue suficiente para cubrir ese aumento.
Esto causó un repunte del 17% en la generación con carbón y un aumento en las emisiones de gases contaminantes. En la Unión Europea, la culpa fue del clima, pues la sequía y los vientos débiles redujeron la energía de las hidroeléctricas y eólicas, obligando a los países a quemar más carbón.
Pero a pesar de estos problemas regionales, a escala global, la hazaña fue enorme, pues las emisiones contaminantes del sector eléctrico se estabilizaron y hasta cayeron ligeramente, incluso con el aumento en el consumo mundial.
La humanidad está en un punto de no retorno. El hecho de que las energías limpias hayan superado al carbón es un cambio histórico y una prueba de que la sustitución del carbón es posible a nivel mundial, sin embargo, para hacer un cambio aún más grande es necesario que todos los países se sumen a esta transición energética, tal como lo hace Japón con esta maravillosa creación.