El motor de combustión interna está condenado a desaparecer, ya solo es cuestión de tiempo y de decidir con qué tecnología nos quedamos para su sustitución. Los más vistos son los Tesla que son eléctricos, pero igualmente están los de hidrógeno. Te traemos uno que combina ambas tecnologías.
Un Tesla modificado para que también funcione con hidrógeno
Los coches que usan el hidrógeno como combustible tienen algunos años de existencia. Y aunque es cierto que aún hay retos que se deben superar para que se conviertan en una forma masiva de movilidad, tienen aspectos muy positivos cuando se habla de vehículos híbridos, haciéndolos más “verdes”.
Ejemplo de ello es la compañía Holthausen Group, un consorcio holandés de gas que además se especializa en la búsqueda de soluciones sostenibles que involucren este elemento. Son los creadores del Proyecto Hesla, que trata de la modificación, muy interesante, del coche Tesla Model S.
El Proyecto Hesla: en qué consisten las modificaciones hechas al Tesla Model S
Este proyecto consiste en tomar un coche eléctrico Tesla Model S e integrarle un sistema que usa hidrógeno como combustible. El objetivo es la mejora en su autonomía y rendimiento, puesto que a la autonomía que proporciona la electricidad se le sumaría la que da este nuevo elemento.
De acuerdo a la versión del Tesla Model S que se tenga, este tendrá un recorrido de entre 400 y 500 kilómetros antes de necesitar una nueva carga eléctrica. Con las mismas características, un vehículo que utilice este gas podría cubrir una distancia de unos 500 a 600 kilómetros por carga.
Antes de seguir, debes saber que el funcionamiento con hidrógeno se basa en la alimentación de la batería que suministra energía al motor inyectando oxígeno al gas que está en los tanques. Al final del proceso de generación, se producen gases de escape formados por vapor de agua que son las únicas emisiones.
Uno de los mayores desafíos que enfrentaba el proyecto era precisamente anexar las partes y componentes de esta nueva fuente de energía, puesto que el Tesla Model S está diseñado para no permitir estas modificaciones sin que se hagan cambios importantes en sus sistemas internos.
Sin embargo, Holthausen Group logró superar este reto y logró encajar los componentes junto con los tanques de oxígeno para hacer realidad este proyecto. De acuerdo a las primeras pruebas realizadas, el Hesla, como fue bautizado este coche híbrido, alcanzó una autonomía de poco más de 1.000 kilómetros.
Lo que es, aproximadamente, la suma del recorrido de ambos sistemas. Pero, ¿qué dice Tesla? Al respecto, la empresa de Elon Musk no ha emitido ningún pronunciamiento oficial, aunque tampoco creemos que se opondrán sabiendo que el suministro de hidrógeno también es parte de su negocio.
La desventaja del Hesla a pesar de sus bajas emisiones: los costos
Como todo proyecto, a pesar de tener resultados satisfactorios en las pruebas realizadas hasta ahora, sobre todo en lo que se refiere a la autonomía, Holthausen Group continúa investigando para perfeccionar el Hesla, por lo que caben esperar actualizaciones y mejoras en los meses venideros.
Pero en contrapartida, y a pesar de ser un coche de cero emisiones, aún hacen falta muchos puntos por cubrir, sobre todo para que el sistema de hidrógeno sea rentable. Puesto que son necesarios metales raros y preciosos para la construcción de la pila, por lo que el costo podría ser un problema.
En conclusión, el Proyecto Hesla podría representar una solución para la autonomía de los coches del futuro, además de que es sostenible y tiene cero emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, aún faltan por superar los desafíos que representan los altos precios actuales
