Nuestra forma de viajar está cambiando por el calentamiento global, con nuevas tendencias como este país que te busca para que lo visites de un modo sostenible. No obstante, algunas no son tan positivas como nos gustaría: una de ellas es el turismo de última opotunidad, que pretende ser una despedida alrededor del globo terráqueo; la misma que nunca nos habría gustado tener que dar.
Llega el turismo de ultima oportunidad: la tendencia menos romántica de la historia
El turismo de última oportunidad es una modalidad de viaje que está surgiendo rápidamente en respuesta a los cambios irreversibles que el calentamiento global está causando alrededor del mundo. Se refiere a visitar lugares que están bajo amenaza inminente del cambio climático antes de que desaparezcan o cambien para siempre.
Con el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y el deshielo de los glaciares, muchos ecosistemas únicos y frágiles están en peligro. Algunos destinos costeros e islas ya se están hundiendo bajo las aguas. Especies icónicas como los osos polares y los corales se acercan cada vez más a la extinción.
Ante esta realidad, está surgiendo un sentimiento de urgencia por ver estos lugares emblemáticos mientras todavía sea posible. Aunque es controversial, el turismo de última oportunidad reconoce que los impactos del cambio climático son en gran parte irreversibles a estas alturas.
El primer destino de última oportunidad: más frío de lo que piensas
Los glaciares se están derritiendo a un ritmo alarmante debido al cambio climático. Algunos de los glaciares más icónicos del mundo podrían desaparecer en las próximas décadas. De hecho, hemos visto tendencias del turismo de última oportunidad en lugares tan extremos como la Antártida.
Uno de los ejemplos más dramáticos es el glaciar Perito Moreno en la Patagonia argentina. Este impresionante glaciar, conocido por sus desprendimientos espectaculares, se está achicando rápidamente. Se estima que ha perdido el 90% de su masa en los últimos 100 años.
Los glaciares alpinos en Europa también se están derritiendo a un ritmo alarmante. Se estima que los Alpes podrían perder entre el 50 y 90 % de su masa glaciar para finales de siglo. Los glaciares más afectados son el Gorner en Suiza y el glaciar Mer de Glace en Francia.
Otro glaciar famoso que está en grave peligro es el glaciar Athabasca en los Campos de Hielo Columbia en Canadá. Este glaciar, que solía medir 6 km de ancho, ahora mide menos de 1,5 km. Los expertos advierten que podría desaparecer completamente en las próximas dos décadas.
Destinos costeros que también se despiden del turismo: desde Venecia hasta Miami
Venecia, la romántica ciudad de los canales, se enfrenta a inundaciones cada vez más frecuentes producto de la subida del nivel del mar Adriático. El agua sale de la laguna y entra en la histórica Plaza de San Marcos, dañando edificios antiguos y obligando a los turistas a caminar sobre tablones de madera.
Las paradisíacas Maldivas, con sus más de 1000 islas, son uno de los destinos más vulnerables al aumento del nivel del mar. Lo mismo sucede en el Pacífico, con atolones como Tokelau —un Estado asociado con Nueva Zelanda— o naciones independientes y soberanas como Tuvalu.
Miami es otra popular ciudad costera que enfrenta un futuro incierto. Gran parte de la ciudad se encuentra a menos de 2 metros sobre el nivel del mar, por lo que una subida de pocos centímetros tendría graves consecuencia, otro destino más del turismo de última oportunidad.
Como es lógico, una tendencia como el turismo de última oportunidad merece que prestemos toda nuestra atención. Lo importante no sería en sí despedirnos de estos lugares, sino esforzarnos por conservarlos, ¿no crees? De cualquier modo, estamos pendientes de la preocupante advertencia de un experto (y magnate): el planeta va a pasar una crisis peor que la pandemia, y será en 2025.












