La Unión Europea continúa ampliando sus medidas para proteger la sostenibilidad, especialmente, en el campo. Quizá sea porque las manifestaciones de los agricultores les hayan hecho reflexionar, o porque están preocupados porque nos quedamos sin productos como este que tanto te gusta. De cualquier modo, ahora han blindado estos alimentos españoles y han prohibido su competencia.
La Unión Europea, «cautivada» ante la gastronomía española
La Unión Europea (UE) ha tomado medidas para proteger y promover alimentos y bebidas tradicionales de alta calidad de España. Recientemente, la UE aprobó la inclusión de 35 alimentos españoles, la mayoría de ellos, catalanes, en tres esquemas de protección:
- Denominaciones de Origen Protegidas (DOP).
- Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP).
- Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG).
Estos productos, que incluyen quesos, embutidos, aceites, vinos y otras delicias gastronómicas, representan lo mejor de la cocina tradicional española. Su reputación se basa en ingredientes locales, métodos de producción artesanales y sostenibilidad en los métodos de producción, que es lo que nos interesa.
Al blindar estos alimentos con las denominaciones de la UE, se busca preservar su calidad, autenticidad y sostenibilidad a largo plazo. Además, se prohíbe legalmente que otros productos usen los mismos nombres, protegiendo a los productores originales.
Estos son los alimentos de calidad de la Unión Europea: los mejores ejemplos
La Unión Europea ha blindado recientemente 35 alimentos de calidad producidos en España, pero ¿cuáles son? Queremos ofrecerte un repaso por los más importantes, con ejemplos propios de Cataluña. ¿Por qué elegimos esta comunidad? Porque es la que agrupa a la inmnensa mayoría.
Estos productos provienen de distintas regiones de España y abarcan una amplia variedad, desde frutas y verduras hasta productos cárnicos y lácteos:
- El aceite de Terra Alta, el de Baix Ebre-Montsià y el de Las Garrigues.
- Otros aceites tradicionales como los de Siurana o Empordà.
- El arroz del Delta del Ebre.
- La avellana de Reus.
- Los fesols de Santa Pau.
- La mantequilla del Alt Urgell y la Cerdanya.
- La mongeta del Ganxet.
- La pera de Lleida.
- El queso del Alt Urgell y la Cerdanya.
Respecto a los vinos, están aprobados con esta nueva denominación los de Alella, Catalunya, Conca del Barberà, Costers del Segre, Empordà, Monstans, Penèdes, Pla de Bages, Priorato, Tarragona y Terra Alta, que se suman a los que ya estaban incluidos, lo que engrosa todavía más la lista.
Quizá esta categoría de la Unión Europea no te sueen, pero lo más probable es que hayas probado otros alimentos que también la han recibido. Un ejemplo que seguro recordarás es el turrón de Agramunt, fabricado durante todo el año, aunque recordemos más en Navidad.
La sostenibilidad, detrás de esta medida tomada por la Unión Europea
La protección de estos productos fomenta la sostenibilidad de varias maneras. Al preservar las tradiciones y métodos de producción, se mantienen prácticas agrícolas y ganaderas que son respetuosas con el medioambiente, en línea con la Agenda 2030 de la que hemos hablado en otras ocasiones.
Muchos de estos productos se elaboran en pequeñas explotaciones familiares que dependen de ecosistemas locales. También promueve la biodiversidad, ya que algunos dependen de razas autóctonas o variedades tradicionales. Su supervivencia está ligada a la continuidad de estos productos protegidos.
Igualmente, se evita la intensificación y la producción masiva, que amenazan a la sostenibilidad. La protección frena la industrialización excesiva y la estandarización. De esta forma, se conservan los saberes tradicionales y se valora el trabajo artesanal.
Como puedes ver, esta nueva política pone de manifiesto cómo nuestro país tiene una agricultura y una ganadería tan ricas como potencialmente sostenibles. Los alimentos de calidad de la Unión Europea demuestran cómo todavía se pueden tomar medidas para evitar que el cambio climático destroce nuestros campos, aunque no nos atrevemos a poner en marcha esta polémica medida.
