Se han encontrado ‹‹cicatrices›› en el universo: Podrían ser la clave para el viaje en el tiempo

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Publicado el: 22 de febrero de 2025
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cicatrices cuerdas cosmicas

El desarrollo de la tecnología ha permitido traer a la realidad algunas de las posibilidades que se mostraban en los libros de ciencia ficción. Por eso, el hallazgo de cicatrices en el universo abre la puerta hacia la realización de un viaje a través del tiempo, porque pueden poseer la clave que se necesita para lograrlo.

El Big Bang generó cicatrices en el tejido espacio-tiempo

Hace 13.800 millones de años explotó ese gran concentrado de energía que era el universo antes del Big Bang, lo que dio origen a las 4 fuerzas básicas que son las interacciones nucleares fuerte y débil, el electromagnetismo y la gravedad. Esto también dio lugar al nacimiento de los diferentes tipos de corpúsculos elementales.

Toda esa actividad generó unas huellas en el tejido espacio-tiempo, que fueron llamadas cuerdas cósmicas. Estos son unos elementos tan finos como un protón, pero poseen una longitud de años luz y una gran densidad, y según los científicos permitirían viajar a través del tiempo, aunque primero hay que hallarlas.

Las cuerdas cósmicas permitirían viajar por el tiempo

Antes de que ocurriera el Big Bang, el universo era pura energía en cantidades imposibles de imaginar. Después de esa gran explosión, el concentrado energético único se dividió en cuatro, se formaron partículas elementales y, debido a todo ese movimiento y actividad, también aparecieron unas cicatrices.

Estas fueron denominadas por los físicos con el nombre de cuerdas cósmicas, y guardan una valiosa información acerca de cómo era el universo antes de la gran explosión. Su estructura tiene el espesor de un protón, su longitud es de años luz, pero son muy densos (parecido a este fenómeno que lanza chorros de rayos cósmicos).

Según los científicos, si dos de estas cicatrices viajan de forma paralela y se unen en cierto punto, esto podría producir allí mismo una alteración en el espacio-tiempo, que sería como un artilugio que permitiría viajar a través del tiempo. Es decir, si se pasa cerca de ese lugar de unión, se regresaría allí, unos instantes antes.

El modelo matemático que acompaña a esta teoría de las cuerdas encaja a la perfección con esta posibilidad, pero existen varios inconvenientes para llevarlo a cabo. Uno de ellos es que hasta ahora no ha sido posible ver una cuerda cósmica, otro es que sería necesario desplazarse a una velocidad cercana a la luz.

Y en la actualidad eso es algo imposible, porque no hay ninguna fuente de energía tan poderosa que permita que una nave se mueva con tanta rapidez. Lo que sí afirman los científicos es que estas cicatrices guardan en sí todo el conocimiento de cómo era el universo antes del Big Bang y sus orígenes.

Se acerca el momento de ver las cuerdas cósmicas

El Observatorio Norteamericano de Nanohercios para Ondas Gravitacionales (NANOGrav), se dedica a evaluar los pulsos de una clase de estrella conocida como púlsar. Estos se miden según sus variaciones en milisegundos, y suelen ser muy estables, sin embargo, en 2020 detectaron algo que escapaba a ese modelo.

Y los científicos creen que podría ser las primeras evidencias de la existencia de las cicatrices o cuerdas cósmicas. Esto permitiría desentrañar el misterio del nacimiento del universo y cambiar de forma radical los conocimientos que permitirían encontrar la forma de viajar por el tiempo, que según las matemáticas sí es posible.

En conclusión, el Big Bang generó nuevas fuerzas y partículas básicas, y su gran impacto también provocó unas cicatrices llamadas cuerdas cósmicas. Estas tienen el espesor de un protón, la longitud de años luz y una gran densidad (¿será este el origen del mensaje recibido por la NASA desde el espacio?).