Volkswagen es contundente en su rechazo al empleo del hidrógeno como fuente de energía para cualquiera de sus vehículos, y en vez de eso prefirieron fabricar su propio motor híbrido que fusiona dos combustibles. Esto les permitirá ofrecer al mercado coches con una mayor autonomía, y de mantenimiento más simple.
Volkswagen es clara y contundente al negarse a usar hidrógeno
Las exigencias en cuanto al cuidado del medio ambiente han estimulado la búsqueda de nuevas opciones como fuentes de energía para los coches. Una de ellas es el hidrógeno, que, aunque es considerado como un elemento libre de emisiones, no va a ser empleado de ninguna manera por Volkswagen.
Y esgrimen una serie de argumentos de mucho peso para justificar esa decisión. Además, prefirieron dotar a uno de sus turismos, el popular Golf, con un poderoso motor híbrido que fusiona dos combustibles muy eficientes, la energía eléctrica y la gasolina, obteniendo un equilibrio perfecto entre ambos.
Cuando se tienen varias opciones de combustibles hay que escoger la que sea más ventajosa
Ante el reto de mejorar la competitividad de sus vehículos turismos frente a los de otras marcas, y adaptarse a las exigentes normas europeas para la disminución de emisiones de CO2, Volkswagen estudió a conciencia diversas alternativas de motores. Y de inmediato desecharon los que usaban hidrógeno como combustible.
Y encontraron que la mejor solución es la fabricación de un motor híbrido HEV, que fusiona la electricidad con la gasolina, de manera que la primera ofrece una energía limpia, y la segunda le aporta más fuerza al vehículo creando un par motor combinado que es muy fuerte con estos combustibles.
Este binomio opera en armonía y ofrece a los usuarios una experiencia cómoda y funcional. El primero de sus turismos en incorporar esa tecnología es el Golf, un modelo muy conocido y popular, que se beneficiará y aumentará su atractivo con este sistema híbrido.
Una de sus grandes ventajas es que si alguna de sus dos fuentes de combustible falla, siempre quedará la otra para seguir adelante. Este híbrido puede circular en el tráfico de la ciudad con pura energía eléctrica, es decir, con cero emisiones de gases de efecto invernadero.
Y si se toma en cuenta que la gasolina está disponible en todas partes, y que la batería aprovecha la marcha del coche para recargarse, sin necesidad de enchufarse, es evidente que resulta muy ventajoso. Pues usa estos dos carburantes de manera muy eficiente y con un alto rendimiento..
En cambio, el hidrógeno es un combustible cuyas características de producción basada en un proceso de electrólisis es muy costoso, y en el proceso de producción se pierde un porcentaje alto de energía, e igualmente ocurre con su transformación al estado líquido.
Mientras que la energía eléctrica es más barata, se aprovecha en un 90%, y la batería tiene un tamaño manejable para cualquier coche. Por otra parte, el depósito de hidrógeno es voluminoso y le restaría espacio a la cabina en un vehículo de pasajeros o al baúl portamaletas. Por lo es preferible usar estos combustibles.
El futuro de los vehículos de Volkswagen está en la electricidad
La electricidad es una energía limpia, con costos de producción muy competitivos, que se adapta perfectamente a los estándares de Volkswagen al igual que a las exigencias de la UE por o que es uno de los combustibles ideales para la transición. Por lo pronto, los coches pequeños están en la transición con el motor híbrido HEV.
Porque la fusión de gasolina y electricidad brindan una excelente prestación a sus clientes. En cuanto al hidrógeno, está descartado al menos por una década, y realmente no creen que este combustible llegue a los modelos turismo sobre todo los económicos.
En conclusión, Volkswagen no ve el hidrogeno como un combustible viable para ser utilizado en sus vehículos, es una posibilidad que fue destrozada y abandonada. En su lugar escogieron el motor hibrido HEV que fusiona la electricidad con la gasolina, lo que permite aprovechar y potenciar lo mejor de ambos combustibles.
