En China se quiere aprovechar los gigantescos edificios para hacer algo nunca visto. En Asia se han dado cuenta que estas edificaciones tienen un elemento que se presta para obtener un recurso necesario. Se trata de una visión innovadora que representa un cambio en la forma tradicional de percibir las infraestructuras, transformándolas en espacios utilitarios donde la arquitectura y la ecología se combinan para enfrentar grandes desafíos energéticos y satisfacer las necesidades futuras de la población ¿Quieres conocer todos los detalles de esta nueva iniciativa de la gigantesca potencia asiática?
En China se quiere convertir los edificios en fuentes generadoras de energía y para ello aprovecharán el vidrio
En las grandes ciudades es normal que se construyan grandes edificios porque existe el interés de aprovechar al máximo el espacio disponible. Sin embargo, hasta ahora la acumulación de estas infraestructuras en las urbes no había sido vista de manera funcional.
Uno de los elementos que resultan comunes en elevadas edificaciones es la gran cantidad de ventanas. Es necesario colocar muchas de estas entradas de luz porque ello reduce la necesidad de sistemas de iluminación artificial. Además, facilitan la ventilación natural, ayudando a regular la temperatura y la calidad del aire.
Pero ahora se ha encontrado un nuevo uso para estos elementos arquitectónicos. Se trata de un sistema con base en CLC que hace posible la captación de luz solar sin que se produzca una alteración de la estética o la funcionalidad del vidrio. El dispositivo inventado ha sido bautizado como Concentrador Solar Unidireccional Incoloro y resumido su nombre con las siglas CUSC.
Fíjate en lo que tienen los edificios chinos: Un nuevo invento que cuelga de la ventana y sirve para la concentración
Cuando este dispositivo redirige la luz solar circularmente polarizada hacia los bordes del vidrio las células fotovoltaicas de alta eficiencia allí ubicadas se encargan de convertirla en energía eléctrica. Las expectativas de generación de suministro energético verde global con este diseño supera los teravatios. Igualmente, se cree que el mismo reducirá miles de millones de toneladas de emisión carbónica.
Ha sido creado un concentrador solar transparente por científicos de la Universidad de Nanjing. Es un dispositivo que emplea cristales líquidos colestéricos o CLC que guían la luz solar polarizada hacia las células fotovoltaicas colocadas en los bordes de las ventanas.
El invento convierte la ventana en un medio generador de energía, gracias a un nuevo diseño con transmitancia media de 64,2% e índice de reproducción cromática de 91,3%. Estas propiedades superan con amplitud otras tecnologías solares integradas, como es el caso de los concentradores luminiscentes o dispersivos.
Un ventanal de dos metros de ancho que concentra la energía solar unas 50 veces y reduce la huella de carbono
Una de las ventajas de esta innovación es la capacidad de generación de electricidad sin la alteración estética de la edificación. Esta característica es lo que estaría llevando a urbanistas, promotores inmobiliarios y autoridades locales a decidirse por este avance como parte fundamental de la arquitectura clave.
A través de las pruebas realizadas con un prototipo de apenas 2,5 cm de diámetro se pudo comprobar la capacidad del dispositivo para energizar un ventilador de 10 mv mediante luz solar directa. Las simulaciones efectuadas a este equipo sugieren que un panel de 2 m de ancho multiplicarían por 50 la energía del sol captada. En esencia, reduce un 75 % la superficie fotovoltaica activa necesaria.
En conclusión, los concentradores solares luminiscentes y de dispersión que hoy en día se encuentran disponibles son poco eficientes. De allí que se haya propuesto un concentrador solar difractivo mediante el recubrimiento directo de capas de cristal líquido colestérico o CLC sobre el vidrio de la ventana. Por consiguiente, la atención de los urbanistas y arquitectos se ha volcado hacia Asia, pues se han dado cuenta que los edificios en China se han convertido en generadores de energía gracias al vidrio de las ventanas del futuro. Con esta innovación las grandes metrópolis ya no serán vistas como centros de contaminación sino como grandes generadoras de energía eléctrica.