Se dice que la mayoría de personas solo son capaces de utilizar el 10 por ciento del cerebro pero ahora científicos de Asia han logrado que se pueda utilizar la totalidad del funcionamiento cerebral. A continuación veremos detalles de una innovación que representa un hito en el campo de la ciencia actual.
¿Qué pasaría si pudiéramos mover las cosas solo con la idea en nuestro cerebro? ¿No sería genial?
El cerebro es uno de los órganos del cuerpo humano que mayor atracción o curiosidad ha atraído desde hace siglos, representando una caja misteriosa donde se guardan emociones, ideas y pensamientos que se adelantan a la acción del cuerpo, es decir, en la mayoría de los casos primero se piensa y luego se actúa.
Hasta donde se sabe este maravilloso órgano emplea 10% de su capacidad para generar acciones mentales que luego se traducen al movimiento corporal, pero ¿Qué tal si pudiera ampliarse el uso de estos recursos? ¿Se podrían realizar acciones que involucren movimiento de las cosas sin necesidad de utilizar el resto del cuerpo?
Aunque parezca imposible, aparentemente ambos propósitos han podido ser logrados por científicos chinos, pues actualmente están probando en personas dispositivos invasivos de interfaz cerebro-computadora (ICC), siendo la segunda nación que realiza este tipo de pruebas.
Se trata de un chip que ha sido implantado en el cerebro de un individuo de 37 años con pérdida de sus extremidades debido a un accidente. De acuerdo con medios chinos, el hombre experimentó el desprendimiento de sus piernas y brazos durante un accidente donde estuvo expuesto a una fuerte descarga eléctrica.
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Entre los nuevos desarrollos de ICC se espera la adición de un brazo robótico al paciente que este puede mover a voluntad solo con la mente o incluso podría ser un complemento de inteligencia artificial, todo esto como parte de una prueba realizada en el Centro de Excelencia en Ciencias del Cerebro e Inteligencia o CEBSIT
Zhao Zhengtuo, investigador del CEBSIT, señaló que el ensayo realizado comprendió la colocación de diminutos electrodos neuronales mediante un orificio craneal con el propósito de monitorear la actividad cerebral del paciente, siendo el electrodo de naturaleza muy blanda, tanto que puede ser doblado mediante la fuerza de interacción neuronal.
La excesiva blandura del electrodo posibilita que el electrodo se mantenga en armonía con el tejido cerebral por un tiempo prolongado sin que se produzca un desencadenamiento de respuestas proporcionadas por el sistema inmunológico o reacciones repelentes.
El IIC implantado es bastante pequeño, pues tiene una medida de 26 milímetros de diámetro y unos 6 de grosor, constituyéndose en un importante avance en la esta novedosa industria centrada en la conexión de los dispositivos digitales con las neuronas.
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De acuerdo con un reporte noticioso, hacía más de una década que el paciente había perdido sus extremidades debido a un accidente y una vez que le fue implantado el IIC pudo a las tres semanas operar una computadora utilizando órdenes mentales, llegando a realizar actividades como:
- Control de programas
- Resolución de partidas de ajedrez
- Conducción de vehículos en videojuegos de carreras
El dispositivo que permite manejar una computadora sin mover un músculo fue diseñado y desarrollado por el Centro de Excelencia en Ciencia Cerebral y Tecnología de la Inteligencia (CEBSIT), basándose en el uso de un electrodo neuronal ultraflexible y ultradelgado.
La arquitectura de este dispositivo intracerebral conformada por electrodos con el grosor 100 veces más delgado que el cabello de una persona hace posible la detección de señales neuronales con alta fidelidad, en ausencia de reacciones inmunológicas o daños al tejido cerebral.
Se trata de electrodos contentivos de 32 sensores de naturaleza microscópica que posibilitan el registro de la actividad eléctrica neuronal, produciéndose un flujo continuo de datos proporcionados por las neuronas de manera precisa para la traducción de deseos mentales en señales digitales.
En conclusión, en Asia se ha logrado lo imposible como es el diseño de una tecnología que permite utilizar la actividad del cerebro para hacer que aquellas personas que se encuentran incapacitados para realizar un acción corporal, lo que puede impulsar una nueva industria de los videojuegos.
