El mundo en vilo por lo que sucede en Australia: Sus selvas dejaron de ayudar a la humanidad

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Publicado el: 23 de octubre de 2025
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Selvas

Un fenómeno que se está produciendo actualmente en las selvas de Australia tiene en vilo a la comunidad científica porque representa un preocupante proceso de reversión y la grave noticia de que estos ecosistemas han dejado de ayudar a la humanidad. La revisión de datos recolectados durante más de cuatro décadas muestra una variación en el comportamiento de las especies vegetales que allí se encuentran. El análisis científico ha comprobado en los árboles una tendencia hacia la expulsión atmosférica de un reconocido elemento contaminante en lugar de su retención, tal como se creía que lo hacía hasta hace poco.

Los árboles de estas selvas de Australia se cansaron de recoger todo y ahora lo están devolviendo

La función vital de las selvas está vinculada al mantenimiento del equilibrio ambiental al actuar como ecosistemas reguladores del clima global y regional. Funcionan como grandes esponjas naturales porque absorben y liberan elementos de manera gradual, contribuyendo a la estabilidad ecológica.

En el caso de las selvas tropicales de Australia, a estas se les consideraba recientemente como grandes sumideros de carbono, porque almacenaban el CO2 en la biomasa de árboles, las raíces y el suelo. Sin embargo, un estudio sobre la tendencia de los datos muestra que en ciertas zonas selváticas se estaría emitiendo más carbono del que es absorbido por los árboles.

Hasta hace poco se creía que la elevada concentración atmosférica de dióxido de carbono estimulaba el crecimiento de los árboles. No obstante, los análisis actuales de los datos del inventario forestal plantean que la capacidad de las selvas tropicales como sumideros de carbono estaría en proceso de reducción.

Durante muchos años las selvas tropicales de Australia, sobre todo en la región de Queensland, eran catalogadas abiertamente como sumideros de carbono. Eran considerados como ecosistemas donde el crecimiento de las especies vegetales resultaba mayor a su descomposición, y esto mantenía grandes volúmenes de CO2 atrapados en troncos y ramas por largo tiempo.

Fallecen antes de tiempo y luego de morir están retornando todo lo que habían guardado durante años

Se cree que dada su naturaleza exuberante y biodiversa, las selvas tropicales ayudaban a la humanidad manteniendo un delicado equilibrio entre el carbono retenido y el expulsado, pero se ha producido una ruptura en el mismo debido al aumento de temperatura y sequedad del aire, lo cual ha conducido a la experimentación en los árboles de un estrés hídrico crónico.

El planteamiento es que ahora el dióxido de carbono o CO2 atmosférico no está haciendo crecer los árboles sino que estas especies están muriendo antes de tiempo y esto produce la liberación de este carbono acumulado por ellos durante años. La lenta liberación se produce por la acción de descomposición ejercida por distintos microorganismos, insectos y hongos.

Los datos recolectados durante más de 40 años son los que marcan esta preocupante tendencia

Esta situación no solo se presenta en las selvas australianas, también en el Congo y Amazonas se está experimentando olas de intenso calor y extremas sequías por tiempo prolongado que están afectando la función de estos enclaves como sumideros de carbono.

La diferencia entre los bosques tropicales en Australia y los otros ecosistemas es que en el país de los canguros los datos han sido recolectados y estudiados por más de cuatro décadas, mostrando no un fenómeno anómalo puntual sino una preocupante tendencia: Temperaturas cada vez más extremas y otras anomalías climáticas han incrementado la mortalidad de los árboles y las pérdidas de biomasa asociadas.

En conclusión, en la actualidad se cree que los bosques tropicales maduros de Australia ya no ayudan a la humanidad con la retención del CO2, sino todo lo contrario, ahora con su muerte prematura están liberando a la atmósfera parte del dióxido de carbono que había retenido durante su existencia. La clave estaría en la cantidad de especies vegetales de estas selvas que mueren, pues si en la evolución de la selva tropical se pierden más árboles de los que nacen este proceso superaría la capacidad de absorción del sistema y el balance se tornaría negativo con una mayor cantidad de carbono expulsado que retenido.