Sabemos que la naturaleza está llena de maravillas, pero ahora un descubrimiento está obligando a los científicos a poner todo en duda. Se ha descubierto que si combinamos una planta, bacterias y oro, podría ocurrir una revolución en la economía y en la naturaleza, pero ¿Cómo es posible esto? Quédate para descubrirlo.
Un descubrimiento en Finlandia
Un estudio reciente en los fríos bosques boreales de Finlandia ha puesto patas arriba todo lo que sabíamos sobre la geología y la botánica. Los científicos están asombrados por un fenómeno que parece desafiar las leyes de la naturaleza y cambiar la economía.
Investigadores han descubierto un árbol que es capaz de absorber, manipular y concentrar ciertos materiales que tienen un alto valor comercial y científico, pero detrás de este fenómeno que parece magia están unos diminutos aliados.
Esos aliados son bacterias especiales que viven dentro de la planta y que tienen el poder de tomar un elemento que sube disuelto en el agua del suelo y lo transforman en una sustancia sólida y de gran valor, como si fuera una pequeña fábrica.
Los científicos han descifrado el misterio. Resulta que el árbol que está haciendo esto es el abeto rojo, un pino de Finlandia y el material que el árbol fabrica dentro en forma de pequeñas bolitas, es nada más y nada menos que el codiciado oro.
La minería necesita bacterias
Si te sorprendiste con lo que usa China para encontrar tierras raras, quédate, porque este hallazgo nos da una herramienta muy potente para buscar metales. Antes, ya usábamos plantas para ver si había algo de valor abajo, pero este método se vuelve mucho más exacto al incluir a las bacterias.
Si encontramos a las bacterias correctas pegadas a las bolitas de oro, los geólogos tienen una pista súper precisa de dónde excavar. Esto tiene un gran beneficio: se reduce la necesidad de hacer muchos agujeros innecesarios y costosos, lo que disminuye el daño a los bosques.
Esto es fundamental en lugares como Finlandia, donde se exige que la minería sea muy limpia. Al usar esta mezcla de botánica (plantas), microbiología (bacterias) y tecnología, la industria puede buscar recursos con mucho menos impacto en la naturaleza.
Un filtro natural para limpiar el agua
Pero la magia de este proceso biológico va mucho más allá de la búsqueda de riquezas. Los científicos ven una gran oportunidad en el uso de la naturaleza para limpiar la contaminación por metales pesados, pero ¿Cómo lo harán?
Básicamente el mismo proceso de «biomineralización» (la formación de minerales por un ser vivo) que ocurre en el abeto podría ser copiado para tratar aguas residuales. Las plantas y sus microbios actuarían como un filtro natural y masivo, capaz metales tóxicos.
Pero ¿Realmente esto funciona? La respuesta es un rotundo sí, de hecho, ya existen proyectos en Escandinavia que están probando el uso de musgos y bacterias endémicas para realizar esta descontaminación.
Pero aunque tenemos pruebas sólidas de que el abeto produce oro, los científicos no han resuelto el misterio por completo, pues han notado que el proceso no funciona igual en todos los árboles, ni siquiera si están en el mismo lugar.
Factores como la cantidad de agua que llega a las raíces, el clima y los diferentes tipos de bacterias que habitan cada planta podrían cambiar el resultado, así que, el siguiente paso es realizar experimentos muy controlados para seguir el oro desde que sube por la raíz hasta que se vuelve una nanopartícula.
Sin duda, esta investigación, que une biología, nanotecnología y ciencias de la tierra, promete revolucionar la comprensión de los ciclos naturales de los metales. La lección es que podemos buscar recursos trabajando de la mano con la inteligencia de la naturaleza, sin destruirla, tal como lo hace este sistema que cambiará al mundo.