Sabemos que Estados Unidos y Europa están intentando acabar con la dependencia de las tierras raras y baterías chinas, pero mientras eso sucede el gigante asiático está detectando nuevos yacimientos. En búsqueda de más y más poder, China tiene un plan muy ambicioso que podría volverla aún más rica y poderosa, pero ¿De qué se trata?
La ambición de China nunca acaba
La influencia de China es cada vez más grande, pues es quien lidera el mundo de las tierras raras, obligando al resto de los países a depender de ella y ahora, tiene una nueva estrategia que le hará ser aún más poderosas.
Su plan ha preocupado a muchos en el resto del mundo, porque la tecnología que usan es tan nueva y a una escala tan gigante, que deja a todos los demás muy atrás. Es una jugada audaz para no perder el control de la cadena de producción, algo que el gigante asiático ya domina.
Sucede que la nueva herramienta que usan para buscar minerales no es solo una máquina, es una ventaja tan poderosa que podría cambiar el poder en el mundo. Con ella, China puede asegurarse el control de los materiales que dan vida a casi toda la tecnología y eso es lo que asusta a los demás países.
Una tecnología para conseguir tierras raras
La joya de este arsenal tecnológico es el proyecto WEM, que significa Método Electromagnético Inalámbrico, una tecnología para encontrar minerales, que ha sido descrita como la antena electromagnética más grande de la Tierra.
Si te sorprendió este parque eólico gigante e ingenioso, quédate, porque el proyecto WEM te asombrará aún más. Para que tengas una referencia del tamaño de este sistema, la superficie que cubre equivale a cinco veces el área de Nueva York.
El proyecto WEM es un transmisor de 500 kW con dos líneas de antena de 80 y 120 kilómetros de largo, desplegadas en el centro de China. Diseñado inicialmente para comunicaciones navales, este sistema se ha convertido en una herramienta de prospección mineral sin precedentes.
Sus señales pueden viajar por la tierra hasta encontrar los minerales a más de 2000 metros de profundidad, lo que sin duda es un paso enorme, pues por muchos años solo se usaban tecnologías más simples que apenas podían penetrar más allá de la superficie.
Al aumentar drásticamente la potencia de su transmisor, los científicos chinos logran que su señal sea tan fuerte que ignora la interferencia y llega mucho más profundo, lo que por supuesto, posiciona al gigante asiático como un líder, pero también asustará a otros países.
Un dominio que asusta al mundo
El control de China en la producción de materiales ya era impresionante, pues Pekín controla la casi el 70% de las minas de tierras raras del mundo y casi todo el proceso para hacerlas útiles, también domina el 60% de la extracción de litio y el 77% de la fabricación de baterías.
Pero ahora, con su nueva tecnología, China podría ser aún más poderosa, ganando una posición que los demás países no podrán quitarle. Según los científicos chinos esto no es casualidad, pues dicen que, a excepción de Rusia, los países de Occidente casi nunca usan equipos de exploración tan potentes.
Para que tengas una referencia, los sistemas más fuertes que usa Estados Unidos llegan solo a los 30 kW, mientras que el equipo chino opera normalmente por encima de los 100 kW, lo que les permite ver a profundidades y distancias realmente impresionantes.
Con la llegada de la nueva tecnología electromagnética China se asegura que ese control continúe en el futuro, con el potencial de encontrar los yacimientos que alimentarán al mundo en las próximas décadas. No se trata solo de una hazaña de la ingeniería, sino una jugada geopolítica que les permite ganar riquezas y sobre todo, mucho poder, de hecho ya se adueñaron de un recurso muy valioso.