China en shock, el aerogenerador más grande del mundo se rompe: Debía soportar tifones

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Publicado el: 15 de marzo de 2025
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Aerogenerador

Si las palas del aerogenerador más grande del mundo recientemente instalado en China se rompen esto puede significar dos cosas. Aquí describimos ambas posibilidades.

El material del aerogenerador no pasó las pruebas y mira lo que hizo China

La comprobación de la calidad de las palas de una turbina eólica es muy importante porque además de la capacidad que estas tengan dentro del proceso de generar energía eólica se requiere que estas puedan resistir las condiciones ambientales por un tiempo prolongado.

Es esencial que estos elementos sean tanto eficientes como seguros, porque se debe evitar que en algún momento el desprendimiento o caída de alguno de estos pueda representar un peligro potencial para las personas que se encuentren en el lugar.

Se asume que en la fabricación de las piezas de los aerogeneradores se utilizan distintos materiales cuya escogencia dependerá de las dimensiones del sistema y las condiciones del entorno.

Por consiguiente, en el incidente del rompimiento de las aspas de la turbina eólica más grande del mundo pudo haber sucedido dos cosas: El material de construcción no era el indicado para las dimensiones del aerogenerador o no se consideraron las exigencias climáticas del lugar.

¿Qué sucedió con la turbina china de mayor potencia en el mundo?

En la costa china de Hainan fue instalada en agosto de 2024 la hasta ahora considerada la turbina eólica más potente del planeta. El sistema combina la alta tecnología con la innovación y fue fabricado por la empresa Mingyang.

Mingyang es una compañía líder en el desarrollo de turbinas eólicas de gigantescas dimensiones y durante la exposición China Wind Power en Pekín, la empresa presentó un prototipo exponiéndola como el nuevo hito en la industria de la energía eólica y con las siguientes características:

  • Capacidad nominal de 22 MW
  • Rotor con diámetro superior a 310 metros
  • Palas de fibra de carbono
  • Gigantesca área de barrido
  • Generación de hasta 80 GWh anuales.

No obstante, el prototipo no pasó las pruebas porque las enormes palas experimentaron una fractura y apenas al iniciarse su operación algunos de estas se desprendieron, cayendo estrepitosamente. En el diseño de las palas de esta turbina se consideraron fundamentalmente tres aspectos:

  • La manifestación de tifones en la zona
  • Velocidad media del viento de 8,5 m/s
  • Generación de 80 millones de kWh anuales

De acuerdo con Mingyang, el aerogenerador marino bautizado con el nombre de MySE18.X-20MW se diseñó para unas condiciones de operación con velocidades de ráfagas de hasta 79,8 m/s, lo cual equivale a tifones categoría 5, y en este caso no superó el denominado supertifón Yagi.

Cómo un tifón categoría 5 frena la transición energética

El diseño modular del MySE18.X-20MW capaz de generar hasta 80 millones de kWh anuales permitiría una reducción aproximada de 66 000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono, ahorro equivalente al consumo de energía de 96 mil habitantes al año, resaltando el potencial de contribución significativa a la transición de energía.

El diseño de turbinas gigantescas aparte de aumentar la capacidad de generación reduciría los costos para los desarrolladores de proyectos eólicos, puesto que se requeriría menor cantidad de instalaciones para un alcance de igual o mayor capacidad total.

En esencia, el daño ocasionado por el tifón a las palas de la turbina MySE18.X-20MW frena un poco el avance estratégico en la economía de las energías renovables que este tipo de turbinas representa.

Sin embargo, este tipo de desafíos no detienen el deseo de seguir mejorando la capacidad de los sistemas de captación y generación de energía eólica, dejando ver el compromiso que tienen empresas como Mingyang con la transición hacia energías renovables.

En definitiva, aunque el tifón haya dejado a esta empresa china en shock, el hecho de que el aerogenerador más grande del mundo se rompa ante la embestida de grandes tormentas o tifones solo prueba que el futuro de la energía eólica en los próximos años dependerá de los avances tecnológicos.