Producir más energía, es una prioridad para muchos países, pero existe mucho debate sobre qué fuentes debemos usar y cuáles debemos evitar para cuidar nuestro planeta. En medio de este debate, pasa algo sorprendente: Mientras países como España han dicho «no» a una fuente de energía en particular, China está invirtiendo miles de millones de euros en ella. Al parecer, el gigante asiático tiene otras prioridades y no le importa usar esta energía tan cuestionada, pero ¿De qué tipo de energía estamos hablando exactamente? ¿Por qué China decidió invertir tanto dinero en algo que otros rechazan? Quédate para descubrirlo.
La polémica de las energías
Existe una energía que genera mucha desconfianza, miedo y rechazo en países como España. La mayoría de Europa también está dudando si debería volver a usarla o dejarla en el pasado. Pero mientras ellos debaten, China ha decidido que esa energía será su futuro y aprobó la construcción de diez nuevos reactores nucleares, con una inversión que supera los 24 000 millones de euros y esto, es solo una parte de un proyecto mucho más ambicioso.
China no solo está construyendo centrales, sino que está liderando todas las transiciones tecnológicas a la vez. El país tiene hoy más de 30 reactores en construcción, una cifra que supera a cualquier otra nación, de hecho, la mitad de todos los reactores que se están levantando en el mundo están en territorio chino y todo indica que no va a detenerse.
China apuesta por la energía nuclear
La energía nuclear se ha convertido en una prioridad para Pekín por dos motivos principales, comenzando por la seguridad. Tras años de gran crecimiento, China quiere asegurarse de que sus ciudades y fábricas nunca se queden sin electricidad. La otra razón es la independencia tecnológica. Bajo su estrategia Made in China, el país ha logrado fabricar el 100% de sus equipos nucleares a nivel nacional.
El gigante asiático, sigue dependiendo mucho del carbón, un combustible sucio que todavía produce el 62% de su electricidad, pero ¿cómo deshacerse del carbón sin que el país quede a oscuras? Bueno, ahí es donde la energía nuclear. La idea no es dejar de lado a la energía solar, ni a los globos que producen energía, la idea es darles apoyo, ya que, la energía nuclear mantiene el sistema eléctrico funcionando cuando no hay sol ni viento.
China está construyendo nuevos reactores a un ritmo impresionante: están levantando ¡entre diez y once nuevos reactores cada año! Este enorme esfuerzo les permite avanzar rapidísimo para alcanzar sus metas, de hecho, se espera que en 2026, China supere a Francia y se convierta en la segunda potencia nuclear del mundo y para 2030, el plan es superar a Estados Unidos en la cantidad de energía nuclear que pueden producir.
El uranio entra a la ecuación
Para construir todos esos reactores, se necesita mucho combustible y aunque China tiene reservas de uranio (el material para los reactores), no son suficientes, así que, están invirtiendo en una solución de ciencia ficción: «pescar» uranio del mar. Científicos chinos han creado un material que es capaz de absorber el uranio disuelto en el océano con una eficiencia 40 veces superior a los métodos actuales.
El crecimiento nuclear chino está cambiando el juego de la economía y la política mundial. China no solo usa esta tecnología para sí misma, sino que la exporta a países de Asia, África y América Latina. Así, usan la energía como una herramienta para ganar influencia internacional y mostrar al mundo su alto nivel industrial. En solo veinte años, China ha pasado de ser el país más contaminante a convertirse en el laboratorio de energía más ambicioso del planeta.
No podemos decir que la energía nuclear es la más limpia del mundo, pero debemos reconocer que China ha sabido usarla a su favor para despedirse del carbón, la fuente más contaminante de la que todos quieren despedirse. Con una inversión tan grande, el país está construyendo reactores a una velocidad realmente impresionante y nos demuestra que no existe un solo camino para dejar de contaminar, pues mientras gran parte del mundo duda sobre la energía nuclear, China está decidida a seguirla utilizando como una pieza clave para la transición energética.
