Aunque para muchos las energías renovables representan la opción que puede salvar el mundo de los gases efecto invernadero, algunos expertos sostienen que los mismos no están exentos de consecuencias que pueden afectar e incluso destruir el ecosistema donde se instalan y las diversas especies que lo habitan.
El calificativo de «verdes» dado a las energías renovables no las convierte precisamente en amigables
Ciertamente en comparación con la huella de carbono provocada por la combustión de combustibles fósiles las fuentes energéticas como la eólica y la solar se constituyen en opciones que no resultan destructivas del medio ambiente, sin embargo, esto no significa que no presenten efectos contrarios.
La paradoja de las energías renovables es que, aun cuando ayudan a reducir la emisión de carbono, la instalación de infraestructuras en determinados lugares puede generar consecuencias negativas como la reducción de espacios para fines productivos e incluso afectar la calidad paisajística.
De hecho, los expertos en el tema de la energía advierten que aunque indiscutiblemente las fuentes energéticas renovables ofrecen grandes ventajas, igualmente presentan cierto impacto a nivel del medio ambiente, por lo que su producción e implementación debe realizarse en un contexto ordenado.
Pese a que estas energías reciben el nombre de «verdes» o «limpias» porque el impacto que tiene su consumo sobre el ambiente es bastante reducido y se originan de recursos naturales prácticamente inagotables, en realidad la huella de carbono no es cero absoluto.
Nada es perfecto: Por un lado puede reducir la huella de carbono y por otro el espacio para cultivar
La advertencia la realizó Natalia Corbalán, vocera de SOS Rural, una plataforma ciudadana de España que agrupa a cientos de organizaciones rurales para abordar el tema de la productividad y que entabló una querella por la instalación de placas fotovoltaicas en tierras cultivables, con el apoyo de organizaciones como:
- Asociación Ecología y Libertad
- Campiña Norte contra las Megaplantas Solares
La idea es frenar bajo un marco legal el desarrollo de 4 proyectos de energía fotovoltaica que, a juicio de estas organizaciones, estarían afectando al municipio Lopera en la provincia de Jaén porque involucra el ecocidio de 100 mil olivos, a lo que se suman otros 20 proyectos que se llevan a cabo.
Los proyectos rechazados, según advierte Corbalán al medio EFE, revisten aspectos negativos a nivel de medioambiente y en el contexto ecológico, porque no basta con llamarla energías limpias o verdes para eliminar su impacto ambiental, aparte de que se estaría produciendo una «expoliación» de muchos agricultores.
La vocera además argumenta que la instalación de paneles fotovoltaicos también tiene impacto en el ecosistema donde interaccionan diversas especies y dice estar de acuerdo con el propósito de reducir la huella de carbono, sin embargo, esto no debería hacerse afectando los bienes productivos que garantizan la alimentación.
Para evitar que el remedio sea peor que la enfermedad la clave está en la planificación ordenada
Aunque frente a los combustibles fósiles las energías renovables resultan preferibles e indispensables para alcanzar una transición energética hay quienes argumentan que no están exentan de desventajas ambientales porque si no se tiene cuidado proyectos de instalación de estas fuentes no bien planificados pueden derivar en:
- Rechazo social
- Pérdida de valores paisajísticos
- Conflictos con actividades tradicionales como la agricultura o la pesca
Para Daniel Jato Espino, investigador en Ingeniería y Gestión Ambiental de la Universidad Internacional de Valencia, la instalación de parques eólicos y solares debe responder a una planificación ordenada y realizarse luego de una evaluación ambiental donde se hayan valorado los posibles efectos sobre el ambiente y las especies en él.
Conclusión, la paradoja de las energías renovables depende de la perspectiva en que estas sean vistas, puesto que pudieran estar salvando el mundo en general cuando ayudar a reducir el consumo de combustibles fósiles, pero también podrían estar destruyendo la economía de una localidad si afectan ciertos espacios productivos.