Los gigantes de la tecnología han empezado a invertir en algo sobre lo que en España parecen estar en desacuerdo, de modo que mientras el grueso de la industria tecnológica avanza con determinación hacia un lado, en territorio español se toma la dirección contraria ¿Quién va por el camino correcto?
España no está dispuesta a reconsiderar la decisión y se mantiene apuntando en sentido contrario
La mayoría de empresas tecnológicas toman decisiones, especialmente respecto a inversiones, considerando cuidadosamente los resultados de análisis de escenarios futuros en los que se emplea gran cantidad de datos, lo que en cierta forma asegura que se tome una decisión bien fundamentada.
Sin embargo, en España parecen no tomar en cuenta estos movimientos estratégicos de las principales compañías líderes mundiales del sector tecnológico y deciden mantener decisiones que han tomado tiempo atrás, mostrando desacuerdo con el hecho de que las circunstancias pueden haber cambiado.
Este podría ser el caso de la decisión que se tomó en España años atrás con respecto a la desconexión de la energía nuclear antes de 2035 y que hoy en día mantienen vigente buscando cumplir con el cronograma de cierre de las instalaciones nucleares que se mantienen operativas.
En cambio grandes empresas tecnológicas han decidido realizar una gran inversión en energía nuclear, como es el caso de la firma NVIDIA, quien junto a HD Hyundai y con un aporte de 650 millones de dólares del fondo NVentures cofinancia a TerraPower, la compañía creada por el visionario Bill Gates.
Una voraz IA puede hacer cambiar de opinión a muchos sobre el plan de cierre de las centrales operativas
La startup TerraPower se ha propuesto diseñar y construir reactores nucleares de nueva generación, (los llamados modulares o SMR), ideados para suministrar energía de manera estable para voluminosas operaciones, por ejemplo, el funcionamiento de centros de datos de inteligencia artificial.
En pleno desarrollo del Programa de Demostración de Reactores Avanzados, en Wyoming, uno de los estados mineros del oeste de Estados Unidos, comenzó la fabricación de lo que será el primer reactor de sodio de esta startup, previéndose que el mismo empiece a funcionar en 2030.
Este reactor forma parte de la iniciativa impulsada por el Departamento de Energía de EE. UU. para la producción de novedosas fuentes energéticas limpias y fiables y la energía generada por la unidad nuclear será destinada a la alimentación energética de los centros de datos, cuyo número va en aumento.
Son pequeños compactos pero bastante funcionales para alimentar a todos al mismo tiempo
Según estimaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OEIA), estos centros de datos para el 2030 consumirán el 10% del aumento de la demanda de energía en el mundo, lo cual obedece principalmente al surgimiento de numerosas aplicaciones de inteligencia artificial en diversos países como:
- EEUU
- Alemania
- China
- Países Bajos
- Irlanda
- Japón
- Singapur
- India
Cada uno de estos centros de datos dedicados a la operatividad de la IA y cuyo número experimenta un constante aumento consumen al menos 150 MW, llegando a requerir el año pasado, según cifras de la OEIA, del 1,5% de la energía eléctrica producida a nivel mundial, lo que equivale a 415 TWh.
Estas empresas tecnológicas están apostando por la energía nuclear para mantener el consumo eléctrico de estos centros de datos y la estrategia se basa en el uso de reactores SMR de fusión nuclear que hacen uso de sales fundidas como parte de su sistema de almacenamiento.
Estos reactores son de cuarta generación y tienen la capacidad de ayudar a producir energía eléctrica por un 50% del coste con que lo hace un reactor nuclear convencional, por lo que se considera una excelente alternativa para generar energía limpia y económica.
En conclusión, aunque España esté en desacuerdo y mantenga su decisión de erradicarla las empresas líderes del sector tecnológico invertirán lo que haga falta en esta fuente energética limpia para mantener el notorio auge de los centros de datos que apoyan el desarrollo de la inteligencia artificial y su excesivo consumo de energía.