Si bien las nuevas tecnologías traen numerosas ventajas a la humanidad, porque permiten la optimización y la eficiencia de muchos procesos, también generan ciertos inconvenientes. Uno de los más comunes es que necesitan materiales escasos como las tierras raras y otro, muy importante, es su inmenso consumo de energía. Sin embargo, parece que hay una solución a la parte energética, porque Estados encontró la pieza final de un rompecabezas. Se trata de un método práctico y sencillo que permite aprovechar lo que hasta el presente el mundo desperdicia.
La inteligencia artificial necesita devorar energía para trabajar
Actualmente, la evolución de la civilización depende en gran medida de las modernas herramientas informáticas, que por su flexibilidad pueden usarse en la investigación y en muchas otras áreas. Obviamente, la inteligencia artificial ya se ha ganado un puesto protagónico en sectores vitales de la industria y la tecnología. Pero al igual que todas las cosas creadas por el hombre, resuelven un problema y al mismo tiempo generan otro.
La mayor debilidad de esta herramienta son sus centros de datos que necesitan demasiada energía para funcionar, especialmente en sus sistemas de enfriamiento. Estados Unidos es el lugar que cuenta con más instalaciones de este tipo, así que buscaron y finalmente hallaron la pieza final de este rompecabezas energético. Porque descubrieron cómo aprovechar lo que se genera en esos centros, mientras el resto del mundo lo desperdicia.
Estados Unidos logró aprovechar lo que parecía inútil
Los grandes centros de almacenamiento y procesamiento de datos han pasado a ser elementos indispensables para el progreso del mundo actual. No obstante, sus enormes necesidades energéticas ya son consideradas como una carga muy pesada. Pero unos científicos de Estados Unidos encontraron una solución que permite aprovechar el calor generado en sus sistemas de refrigeración para producir energía.
Los investigadores de la Universidad Rice crearon un procedimiento basado en el ciclo orgánico de Rankine (ORC) y potenciado con energía solar. Lo que ocurre es que el enfriamiento de las instalaciones de los data centers se realiza usando líquidos, que al final del proceso liberan calor. Este tiene una temperatura entre 40°C y 60°C que, al potenciarse mediante el uso de un colector solar plano, puede generar energía.
Esto se debe a que el ORC contiene un líquido que se evapora a temperaturas menores que el agua, y ese vapor se convierte en energía mecánica que genera electricidad. Y, al incrementar la temperatura con la ayuda de la luz solar, se puede aprovechar más el potencial de la ORC. Porque este nuevo procedimiento permitió optimizar las recuperaciones energéticas, todo esto a pesar de que hemos recibido advertencias sobre la próxima crisis.
El calor solar incrementa el potencial del ORC
Reforzar el ORC con el calor solar ha significado un gran paso en la recuperación de las grandes cantidades de energía invertida en los centros de datos. Lo mejor es que el nuevo sistema no requiere equipos sofisticados ni cambios significativos en su infraestructura. Solo usa el equipo ORC y un colector solar, el mismo que se usa en los techos de las viviendas para calentar el agua y para la calefacción natural.
Otra ventaja de este sistema es que permite obtener más energía justo en las horas en que las temperaturas son más elevadas. Estos son precisamente los momentos en que se exige más de los equipos de enfriamiento, y esto hace que la eficiencia se incremente hasta en un 8%. Así que, al aprovechar de forma conjunta el calor generado por los centros de datos y el procedente del sol, se recupera parte de la energía usada de forma sostenible.
En conclusión, Estados Unidos halla la pieza final de un rompecabezas energético, al descubrir cómo aprovechar el calor generado por los centros de datos para producir energía. El hallazgo lo realizaron los expertos de la Universidad Rice, que usaron el ciclo orgánico de Rankine (ORC). Este método usa un líquido con bajo punto de ebullición que permite producir energía con el calor emanado de los equipos de refrigeración. Al incrementar esa temperatura con la luz solar, la eficiencia crece de forma significativa como esta forma de energía de Google.