Hace varias décadas Estados Unidos resultó victorioso frente a Rusia y ahora tocará hacer lo mismo con China, pero primero debe buscar la respuesta a la interrogante sobre cuándo se producirá el enfrentamiento y el costo que posiblemente tendrá esta confrontación entre las dos potencias que ansían extender sus dominios. A continuación analizaremos las inquietantes preguntas para entender la tensa situación que hoy se suscita en uno de los centros de mayor desarrollo tecnológico del mundo y que amenaza con desplazarse mucho más allá de los confines de la Tierra.
A China y Estados Unidos el planeta les quedó pequeño para dilucidar sus diferencias y ahora se apuntan desde aquí
La rivalidad entre Estados Unidos y China es un conflicto complejo y multifacético que incluye aspectos comerciales, militares, geopolíticos y tecnológicos. Precisamente esta última área es el escenario donde las potencias están tratando de alcanzar recursos que le otorguen la supremacía.
La guerra tecnológica entre el coloso del Norte y el gigante oriental se ha encendido y extendido a otros ámbitos, pues habiendo explorado ambos países casi todos los rincones del planeta en sus intentos de encontrar aquellos elementos que le resulten útiles para sus industrias y sistemas armamentísticos, ahora dirigen sus esfuerzos hacia el espacio.
De allí que la disputa entre las dos potencias se haya mudado al espacio, comprendiendo un nuevo capítulo. Ambas naciones han puesto la mira en el satélite de nuestro planeta, tratando de establecer la Luna como punto de partida para la colonización de nuevos mundos y conocer que hay más allá de la Tierra.
En este contexto, de acuerdo con Sean Duffy, administrador interino de la NASA, aunque se podría avanzar más estableciendo colaboración con China, para Estados Unidos es claro que debe ganar esta segunda carrera espacial, por lo que el gobierno estadounidense está estableciendo todas las restricciones que pueda a la nación asiática.
La agencia estadounidense puso obstáculos en el espacio para hacer tropezar a los chinos
China tiene planes de enviar una misión tripulada para el aterrizaje y potencialmente establecimiento de un puesto de primera avanzada en nuestro satélite. Frente a estos objetivos chinos se ha iniciado en Estados Unidos una nueva política, efectiva desde el 5 de septiembre de este año.
Para los ciudadanos chinos fue toda una sorpresa que la NASA restringiera o bloqueara sus labores como contratista o estudiante de investigación en los programas especiales. El veto ha sido total a los sistemas e instalaciones de la agencia espacial estadounidense.
El argumento que ha dado la NASA para llevar a cabo el veto a sus ciudadanos es que China trama algo y se trata de garantizar el trabajo que realiza la agencia. Sin embargo, es claro que los considerables avances chinos en el ámbito espacial generan temores en Estados Unidos y por ende estaría previniendo filtraciones.
¿Quién llegará primero al satélite natural? La carrera ha empezado y se abren las apuestas
Igualmente informan los medios que los astronautas asiáticos han sido objeto de exclusión en la Estación Espacial Internacional, acción que se suma al veto impuesto a los científicos y estudiantes chinos. El veto es hacia cientos de científicos e investigadores chinos que estaban siendo financiados por la NASA para realizar trabajos en áreas como:
- Ciencias del clima
- Espacio
- Disciplinas espaciales
Según palabras de Duffy, el deseo de los chinos de instalarse en el satélite natural antes de los estadounidenses no se hará realidad. La contundencia de la afirmación obedece al hecho de que la carrera espacial no está limitada al arribo a la Luna, sino que implica además el control de sus recursos.
En conclusión, la carrera espacial que enfrenta a Estados Unidos y China ha tomado un nuevo auge luego de que en la NASA se prohibiera a ciudadanos del país asiático con visas estadounidenses la participación en sus programas. Se trata de un nuevo capítulo de la carrera entre las superpotencias por viajar a los confines del universo, pues en episodios anteriores Estados Unidos le ganó a Rusia al poner el primer hombre en La Luna, pero ahora el desafío es contra los chinos: Las preguntas que quedan pendientes son cuándo la confrontación llegará a su final y a qué costo se tendrá un vencedor.