Ante el propósito de eliminar la emisión de CO2 de las terrazas, la Ordenanza de 2018 prohíbe las estufas de gas en estos espacios al aire libre de esta ciudad de España desde el 1 de enero. Veamos los detalles e implicaciones.
Vence el plazo dado por la Ordenanza para el retiro de estufas
Apenas empiece el año quedan prohibidas las instalaciones de hornillos que funcionen con gas, suponiendo el incumplimiento de la normativa el acarreo de una sanción.
El cumplimiento de la ordenanza igualmente puede suponer un cambio de hábitos, incluso algunas como esta, puesto que una de las costumbres de los barceloneses es disfrutar de actividades relajantes en exteriores mientras el calefactor climatiza el ambiente.
Los propietarios de negocios tuvieron plazo para realizar el cambio
El plazo dado desde 2018 hasta la entrada en vigencia de la prohibición ha servido para que los propietarios de bares y restaurantes con apoyo de restauradores y el Ayuntamiento procedieran al retiro progresivo de estos hornos portátiles o fijos con combustión a gas y si así lo disponían fueran reemplazados por otros artefactos alternativos.
De hecho, los dueños de estos locales tienen la opción de utilizar hornillos eléctricos con una potencia que no exceda los 150 W/m2 a partir del 1 de noviembre y hasta el 30 de abril.
Por otro lado, es de esperarse que durante este tiempo el importe de la factura de la electricidad se incremente. De allí que el cumplimiento de la ordenanza puede tener como consecuencia indirecta el aumento de los costes.
La ciudad de las terrazas para disfrutar de un café o cerveza al aire libre
Tal vez la normativa implique para algunos un desembolso porque lejos de simplemente retirar el utensilio prefieren optar por colocar un artefacto de reemplazo con cero emisión para así seguir disfrutando del hábito de beber o comer algo, solo o acompañado, o simplemente estar en el exterior mientras el calefactor lo permita.
Una opción para estas personas seguir disfrutando de las actividades sociales en la terraza es utilizar una estufa eléctrica, pero claro está, como ya se dijo, que no sobrepase la potencia de 150 watts por metro cuadrado.
Falta por ver si esta potencia límite de estos aparatos eléctricos será suficiente para el desarrollo de las actividades que algunos negocios llevan a cabo o si el consumo de electricidad, la correspondiente factura y la cantidad de cliente compensan el cambio efectuado.
Las terrazas en Barcelona contribuyen a la sostenibilidad
Fue hasta hace poco, cuando faltaban pocos días para el vencimiento del plazo, que el ayuntamiento hizo énfasis en la comunicación de la noticia de la entrada en vigencia de la ordenanza.
De allí que recientemente se ha conminado a los propietarios de restaurantes y bares, a retirar los dispositivos emisores de carbono so pena de una sanción.
Aunque se desconoce el tipo de sanción al que se exponen quienes no retiren los hornillos antes del plazo dado, sin duda que el tiempo concedido entre la aprobación y la entrada en vigencia de la ordenanza ha sido bastante extenso, por consiguiente, los infractores no tendrán justificación ni asidero legal para evitar la multa o pena impuesta.
Sin embargo, todavía son bastantes los locales que aún no han retirado las estufas, siendo pocos lo que han dispuesto realizar el cambio por una de tipo eléctrico, la cual naturalmente implica un coste mayor aunque trae como beneficio la emisión nula de carbono.
En conclusión, ya se ha empezado a decirle adiós de manera definitiva a las estufas de gas en España, y el inicio ha sido en Barcelona, pues desde el 1 de enero: en esta ciudad quedan terminantemente prohibidas estos utensilios debido a su fuerte emisión de carbono y no retirarla puede ocasionar sanciones como esta.