Las fábricas en Europa están deteniendo sus procesos de producción y España es uno de los países más afectados. Las empresas están replanteando sus estrategias, reduciendo temporalmente su producción o incluso cerrando plantas de manera indefinida, lo que impacta directamente en el empleo y la economía local. Este fenómeno se debe a una combinación de factores y medidas que forman parte de la realidad de los mercados. Aquí abordaremos el porqué de los ajustes y cuáles serán las consecuencias con las que se tendrán que lidiar mientras se alcanza un punto de equilibrio.
Estas fábricas en España están haciendo los ajustes necesarios para superar la crisis
La industria moderna española empezó con un modelo de manufacturas estatales y luego evolucionó hacia la industrialización en diversos sectores durante el siglo XIX, con un desarrollo más lento debido a limitaciones estructurales económicas y sociales en España durante ese tiempo.
Sin embargo, en algunos sectores industriales la producción ha experimentado por años un crecimiento lento pero sostenido. Esto ha sido debido a que las condiciones han permitido que las empresas se adapten a los nuevos retos económicos y tecnológicos, y últimamente a una legislación que apunta hacia la transición energética.
Precisamente en esa etapa de ajustes se encuentra el grupo automotor Stellantis, quien ha comunicado que detendrá temporalmente las operaciones de fabricación en 6 de sus plantas situadas en Europa, afectando particularmente a las instalaciones de Vigo, Madrid y Zaragoza que se encuentran en territorio español.
En el caso específico del centro de Vigo esta se especializa en modelos comerciales ligeros y constituye una de las fábricas más importantes de Stellantis en el continente dado su volumen de producción. Por su parte, la fábrica de Madrid produce coches de la marca Citroën y atraviesa una etapa de mínimos de eficiencia desde hace algunos años.
Esta es la principal razón de la paralización de actividades productivas de estas factorías europeas
Además de las plantas de producción de coches españoles, el calendario de suspensiones programadas incluirá las instalaciones de las factorías de Eisenach en Alemania, Poissy en Francia, Pomigliano en Italia y Tychy en Polonia. Según informes locales, la duración de los paros variará de la siguiente manera:
- Eisenach: 5 días
- Zaragoza: 7 días
- Tychy: 9 días
- Madrid: 14 días
- Pomigliano: 15 días
Según datos de Dataforce, la interrupción de la producción se implementará de forma gradual en varias fábricas, incluyendo dos ubicadas en España. Este ajuste se produce en un contexto donde las matriculaciones en la Unión Europea han registrado un crecimiento mínimo del 0,3% durante los primeros ocho meses del año, mientras que las ventas de Stellantis han sufrido un descenso del 6,6%.
Antonio Filosa, el nuevo director general de Stellantis, ha declarado que esta suspensión se adopta con el objetivo de adaptar la producción a la disminución de la demanda en el mercado europeo, así como para reducir el creciente inventario acumulado, faltándole añadir la presión que están ejerciendo las marcas chinas en la movilidad eléctrica.
La meta no es parar hasta detenerse sino todo lo contrario: Tomar impulso para levantarse
Filosa también ha señalado que la principal meta del grupo es aumentar tanto los ingresos como los volúmenes de producción en la región, con el fin de revertir la tendencia a la baja que se ha observado en las matriculaciones en todo el continente, tal como muestran los datos en los últimos meses.
Stellantis igualmente ha anticipado que el lanzamiento de modelos como el Citroën C3 y C3 Aircross, el Opel Frontera y el Fiat Grande Panda servirá como un motor para mejorar su desempeño comercial y revertir la actual situación del mercado, donde la producción masiva de coches chinos ha tenido especial influencia.
En conclusión, las fábricas de coches en España registraron un descenso significativo, pues en agosto se produjo una caída del 7% en comparación con el mismo periodo del año anterior. ¿Por qué ocurrió esto? Principalmente por el descenso de la demanda en los principales mercados europeos, especialmente en Francia y Alemania. Esta ralentización del mercado europeo está obligando a introducir paradas temporales en diferentes países. Específicamente, Stellantis ha argumentado que la medida busca evitar acumulaciones de stock y ajustar los costes en un mercado de coches eléctricos constreñido por la presión de las marcas chinas y la ralentización de la demanda.