El mundo automotriz tiene como “rey” de los coches eléctricos a China desde hace un tiempo. De hecho, una de sus compañías hn conseguido lo que hasta hace unos años parecía imposible: desbancar a Tesla. El éxito de los vehículos electrificados de China se explica por su pronta adopción. Mientras las empresas occidentales estiraban la vida útil de los motores de combustión, el país asiático ya investigada nuevas y revolucionarias formas de hacer ascender la movilidad eléctrica. Ahora la nación asiática está dispuesta a tomar también el transporte global.
China quiere dominar el transporte global, además del mercado de los coches eléctricos
Tras comunicarse que la china Xiaomi entrará con sus coches eléctricos en el mercado europeo en 2027, ha salido a la luz la nueva plataforma con la que BYD pretende hacerse notar en el mercado. Con el paso del tiempo, la industria del automóvil se ha ido transformando, con una importante presencia de fabricantes chinos.
BYD ha tenido un lugar protagonista en este escenario, donde todavía tiene mucho que aportar. Recientemente, el gigante chino presentó su nueva plataforma e-Bus Platform 3.0 en China. Con ella, promete generar un cambio también en la industria del transporte público.
Lo más llamativo del anuncio es la tecnología de 1000 voltios y baterías integradas de forma directa en el chasis. Esta nueva plataforma integra, por primera vez en el segmento, un sistema de 1000 voltios. Se trata del mismo que BYD ya aplica en sus coches eléctricos Tang EV y Han EV.
Un mecanismo que permite la concreción de cargas ultrarrápidas que bajarían drásticamente los tiempos de parada. Además, tiene incorporadas las baterías LFP Blade directamente en el chasis, aspecto que promete un suelo más bajo y un mejor aprovechamiento del espacio.
BYD traspasa la tecnología de sus coches al sector de los autobuses: China sigue avanzando
BYD está implementando sobre el transporte público las innovaciones que ya ha probado en su división de coches. Entre ellas, se encuentra el sistema de suspensión adaptativa DiSus-A y un refinado método de gestión térmica 7 en 1.
La plataforma también inserta el Driver Assistance System 2.0 y un sistema de control inteligente de par (iTAC). Además, vislumbra funciones de seguridad. Por ejemplo, un botón de parada de emergencia y control de estabilidad en un posible caso de reventón de neumático.
La primera pieza basada en esta plataforma fue el BYD C11. Este modelo brinda configuraciones de batería desde 184 hasta 593 kWh, con autonomía que varían entre 220 y 730 kilómetros según el ciclo chino.
Corresponde a una autonomía que sobrepasa con creces a la mayoría de los autobuses eléctricos europeos actuales. BYD asegura que su C11 atesora una autonomía por encima de los 400 kilómetros de carga completa y aire acondicionado en funcionamiento la e-Bus Platform 3.0 promete un impulso considerable respecto a las plataformas utilizadas en el pasado.
Promesas de BYD que hacen avanzar a China en el campo de la movilidad
BYD asegura que llega con una disminución del 18% del consumo energético y una subida de la autonomía en temperaturas bajas de 50 a 80 kilómetros.
Con la imponente presencia de BYD en el transporte público de otras regiones, esta nueva plataforma representa una alerta de que la compañía china podría, en cualquier momento, irrumpir en el transporte público europeo. De hacerlo, la pregunta sería si logrará hacer el “mismo ruido” que hace con sus coches eléctricos.
Esta noticia se suma a la inversión de 94 millones de dólares que BYD hará en una nueva planta de autobuses y camiones eléctricos en Hungría, centro clave de su actividad en Europa. Se desplegaría en la ciudad de Komarom, en el norte de Hungría.
Medida que triplicaría su capacidad anual a 1250 autobuses y camiones eléctricos. Así lo expuso el ministro de Relaciones Exteriores húngaro, Peter Szijjarto, según informó Reuters. China no solo reina en el mercado de coches eléctricos. Ahora tomará el transporte global. Una clara medida encuadrada en sus intrigantes planes.