Hoy en día existe una tendencia hacia el uso del litio, siendo promovido como un elemento necesario para la transición energética, sin embargo, Francia quiere detener la fiebre de este mineral. La principal razón es porque pese a constituirse el llamado «oro blanco» en un componente vital para sistemas de almacenamiento a gran escala, su empleo impone retos geoestratégicos y medioambientales. De allí que los franceses celebren haber descubierto unas rocas en las que podría reposar la clave del futuro y donde el calor juega un papel importante.
En esta innovación tecnológica Francia tiene asentadas las esperanzas para lograr el triunfo
El litio es un metal utilizado principalmente en la fabricación de baterías destinadas a equipos electrónicos como teléfonos celulares y laptops e incluso coches y satélites. Y dada la electromovilidad y almacenamiento energético de este elemento se ha convertido en un recurso estratégico cuya demanda crece continuamente.
Sin embargo, la producción de baterías con este mineral también llamado oro blanco tiene un coste aproximadamente 40% mayor que otras tecnologías como las baterías de níquel, por ejemplo. Estos altos costes limitan la adopción de iones de litio ciertas aplicaciones y por ende se han producido esfuerzos como el de Francia para sustituirlo.
En este contexto la empresa francesa STOLECT está desarrollando una tecnología de almacenamiento masivo de electricidad que permite la construcción de redes 100% renovables mediante la conversión de electricidad renovable variable en electricidad controlable.
Montados en este sistema los franceses avanzan rápidamente hacia la transición energética
La transición energética se apoya firmemente en recursos tecnológicos y ha sido demostrado por la firma STOLECT que actualmente desarrolla un sistema de almacenamiento masivo de energía eléctrica que hace posible la construcción de una red integra de energía limpia.
STOLECT es una firma que brinda apoyo a administradores de instalaciones energéticas en su avance hacia la transición justa para el uso de una energía limpia. Su especialidad es la oferta de servicios de modelado y dimensionamiento de matrices energéticas con carácter independiente.
La firma francesa ha realizado una propuesta disruptiva con un mecanismo donde se emplean turbinas y compresores en los que se hace circular aire en un circuito cerrado. El primer prototipo fabricado genera una potencia de 700 kW y es capaz de almacenar 3,5 MWh para alimentar 300 viviendas durante varias horas.
He aquí la clave: En esta novedosa batería radica el control de la variación de la energía renovable
Se trata de una batería térmica que tiene la función de convertir la energía eléctrica en calor mediante el reciclaje de materiales. En otras palabras, no utiliza tierras raras ni litio y una de sus grandes ventajas es la reducción del 50% de coste de almacenamiento. Batería térmica francesa convierte electricidad en calor usando materiales reciclados, reduciendo costes de almacenamiento a la mitad.
El diseño de la batería Carnot de STOLECT no almacena energía en forma química sino que la convierte en calor, reteniéndolo en rocas basálticas o cerámicas recicladas. Mediante este mecanismo se evita la emisión de más de 15 000 toneladas de CO2 y además tiene las siguientes ventajas:
- 30 años de vida útil
- Coste muy inferior a la batería de litio o generador diésel.
- Es ideal para islas y redes aisladas
En conclusión, uno de los grandes desafíos actuales es encontrar baterías y almacenamiento para impulsar una transición energética, es decir, poder almacenar grandes cantidades de electricidad renovable con fiabilidad, economicidad y sostenibilidad. En este contexto, la propuesta contra el uso del litio es una batería térmica hecha por una empresa de Francia comprende un mecanismo radicalmente distinto al de las de tipo convencional. El almacenamiento de energía no se lleva a cabo en forma química, sino que es convertido en calor y se mantiene retenido en un material refractario como lo son rocas basálticas o cerámicas recicladas.