Hay tecnologías que damos por sentadas, y el GPS es una de ellas. Para la mayoría de las personas, el GPS es solo esa voz que nos guía en nuestro coche o la aplicación que nos permite pedir comida a domicilio, sin embargo, detrás de la comodidad diaria se esconde un enorme problema. En el mundo de las grandes fábricas, en las redes de transporte y en los sistemas militares, depender solo del GPS, una tecnología estadounidense es un riesgo que muchos países no quieren correr, pero ¿Qué tiene de malo?
El problema del GPS
El GPS es una tecnología muy utilizada, pero detrás de ella se esconde un gran peligro. Sucede que si la señal del GPS se manipula o se interfiere intencionalmente (una práctica frecuente en zonas de conflicto), millones de dispositivos IoT (Internet de las Cosas), que son pequeños sensores que mueven el mundo, se quedan completamente ciegos y mudos. Se pierde la ubicación y, lo que es igual de grave, la hora exacta que necesitan para sincronizarse y operar.
Este inmenso desafío global es el que ha abordado una compañía española con un proyecto que busca redefinir la conectividad. Con la ayuda de la Agencia Espacial Europea (ESA), el objetivo no es que dejes de usar Waze o Google Maps, sino liberar a millones de aparatos importantes de la necesidad de usar el GPS. Es un movimiento estratégico para que Europa no dependa de nadie más en temas de tecnología y espacio.
España ya tiene la solución
Normalmente, cualquier aparato que se conecta a satélites en el espacio necesita al GPS para saber dónde está, sobre todos los autos eléctricos, como estos Tesla que bajaron de precio. Pero en muchas tecnologías esto es un desperdicio, porque si un sensor solo quiere enviar un dato simple (como la temperatura) una vez al día, encender el GPS gasta muchísima energía y hace que el aparato sea más costoso.
El proyecto español, llamado FreeGNSSNetwork, cambia las reglas. La empresa Sateliot y la ingeniería GMV crearon un sistema donde los aparatos pueden calcular su posición directamente con la señal que les envían los propios satélites de Sateliot. Esto elimina las interferencias. Aunque el sistema es solo preciso a unos 10 metros, es más que suficiente para seguir contenedores, vigilar camiones o controlar zonas de seguridad.
Un sistema lleno de ventajas
Eliminar la dependencia del GPS tiene un impacto enorme en el bolsillo de las empresas y en el tiempo de vida de los aparatos, comenzando por el gran ahorro de batería y dinero, pues como los aparatos no tienen que encender el GPS, gastan muchísima menos energía. Esto significa que los sensores podrán funcionar por años enteros sin necesidad de cambiar la batería.
En segundo lugar, se logra la meta de ‘cero interferencias’ ¡Funciona Siempre! En lugares de conflicto, donde las señales GPS son bloqueadas a propósito, la conexión de Sateliot sigue funcionando estable y precisa porque viaja por una vía totalmente diferente y privada. Esto la hace vital tanto para empresas como para la Defensa.
Y por si fuera poco, el proyecto sienta las bases para el internet del futuro. Esta innovación, que nadie se esperaba, ayuda a crear la tecnología 6G. La habilidad de saber la hora y el lugar con total autonomía es fundamental. De hecho, el sistema español ya ofrece una hora exacta con una precisión increíble: 50 nanosegundos (una medida de tiempo mínima).
Sin duda, el proyecto español FreeGNSSNetwork ofrece una solución brillante a un gran punto débil global: depender del GPS. Al permitir que los aparatos industriales se ubiquen solos usando los satélites españoles, se garantiza una conexión mucho más barata, eficiente y totalmente segura contra ataques. Este es un paso fundamental para que Europa no dependa de otros en tecnología y una base sólida que prepara el camino para la próxima generación de internet, el 6G. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos sobre el monstruo de los cielos.
