Los aviones siempre han sido clave para conectar al mundo, uniendo grandes ciudades y llevando mercancías muy rápido, de un lado a otro. Pero el gran desafío siempre ha sido llevar objetos gigantescos a lugares que no tienen grandes aeropuertos, ni pistas de aterrizaje de cemento. Pero ahora ese problema podría acabarse con la llegada del monstruo de los cielos. Veamos de qué se trata.
El futuro del transporte
El futuro del transporte ya no es solo ir rápido, sino poder mover piezas imposibles a donde más se necesitan. Esto es un desafío enorme, especialmente cuando se trata de sistemas de energía renovable como turbinas eólicas.
En busca de soluciones la industria de la aviación creó un avión que parece una locura, pues no solo es el más grande del mundo, sino que su objetivo es cambiar totalmente la forma en que movemos las cargas más voluminosas por el aire.
Este verdadero «monstruo de los cielos» se llama WindRunner y fue creado por la empresa Radia para resolver el gran problema de la energía eólica: cómo llevar las aspas gigantes. Este avión podrá aterrizar en casi cualquier tipo de pista, llevando piezas enormes a los rincones más lejanos.
La creación del monstro de los cielos
Si te sorprendiste con los globos gigantes que producen energía, quédate para ver la creación de WindRunner que nació para poder transportar las aspas de los aerogeneradores de una forma eficiente y abajo costo.
El problema es que mover estas piezas, que superan los 70 o incluso 100 metros de largo, por carreteras normales es casi imposible y muy caro. Esto hacía que muchos lugares perfectos para parques eólicos fueran inaccesibles.
Mark Lundstrom, fundador de Radia, vio una oportunidad: construir un avión capaz de llevar estas piezas directamente al lugar de instalación. Él lo llama el concepto GigaWind, que, según Radia, podría duplicar o triplicar el éxito económico de los parques eólicos terrestres.
El resultado es un avión que rompe todas las escalas. Mide unos 108 metros de largo, más que el famoso Antonov An-225, su espacio interno de carga es de aproximadamente 7700 metros cúbicos y puede cargar cerca de 72 toneladas.
Un avión que puede llegar a cualquier lugar
Lo mejor del WindRunner es su capacidad de ir a donde otros no pueden. Está diseñado para usar pistas sin pavimentar o muy cortas, lo que significa que puede volar a parques eólicos aislados o a zonas que sufrieron un desastre natural.
Aunque su objetivo original era civil, el ejército de Estados Unidos está muy interesado. El avión es perfecto para llevar equipos militares muy grandes sin tener que desarmarlos, de hecho podría llevar hasta seis helicópteros Chinook listos para volar en un solo viaje.
La construcción del WindRunner ya comenzó y aunque Radia nunca había hecho un avión, optaron por un diseño tradicional de ala fija, usando partes que ya se fabrican en serie, lo que demuestra la calidad de la ingeniería en España.
Se espera que este gigante esté listo para volar entre 2028 y 2029, y aunque su misión principal es la energía eólica, ayuda mucho a los coches eléctricos, pues al llevar las piezas a lugares aislados, el avión facilita que se construyan más parques eólicos.
Pero ¿Qué tiene que ver esto con los coches eléctricos? Básicamente esto es vital para que las estaciones de carga de los coches eléctricos no dependan de combustibles contaminantes, llevando electricidad más barata a zonas rurales y remotas.
Sin duda, este monstruo de los cielos a llegado a revolucionar las energías renovables, pues no se trata solo de mover peso, sino de mover piezas gigantes y, sobre todo, hacerlas llegar a cualquier parte del mundo. Con su habilidad para aterrizar en cualquier pista, llevando cargas completas la tecnología del futuro podrán llegar a los lugares más aislados. Y si quieres ver más avances como este, acá te contamos que al fin el mundo se despide de la energía más destructiva.