El Impuesto al Sol de España: Una de las medidas más curiosas de nuestro país

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Publicado el: 17 de noviembre de 2025
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impuesto al sol

¿Alguna vez pensaste escuchar o leer sobre un “impuesto al sol”? Probablemente el nombre te suene muy extraño, porque ¿Cómo es posible que un país con tanto sol como España decidiera cobrar una fuente de energía que es gratuita, limpia y abundante? Esta medida, conocida oficialmente como «peaje de respaldo», se convirtió en una de las regulaciones más curiosas y polémicas de Europa, paralizando por completo la instalación de placas solares durante años. Acá te contamos todos los detalles.

La verdad del impuesto al sol

Al escuchar el nombre de impuesto al sol, probablemente pienses que es un impuesto por usar energía solar, pero la realidad es que no se trataba de un impuesto directo por el simple hecho de tener placas solares. En su lugar, el llamado «peaje de respaldo» era una tasa o cargo que se cobraba por la energía que tú mismo generabas y consumías en tu casa o negocio.

Básicamente, si decidías instalar paneles solares en tu tejado y producías tu propia electricidad, el Gobierno te aplicaba un cargo económico por cada kilovatio que salía de tus placas. Esta regla se aplicaba únicamente a las instalaciones que estaban conectadas a la red eléctrica, pero como era de esperarnos, el impacto de esta medida fue inmediato y muy negativo.

Un impuesto que nunca se cobró

Al tener que pagar una tasa por algo que, en teoría, deberías ahorrar, ya no era rentable para nadie invertir en paneles solares. La inversión no se recuperaba, y todo el crecimiento de la energía limpia se detuvo de golpe. Lo más insólito de toda esta historia es que, aunque la ley estuvo vigente por años, el impuesto al sol jamás llegó a cobrarse realmente.

Su único propósito fue ser una amenaza legal, lo que significa que el Gobierno buscaba asustar a la gente para que no instalara placas solares y así frenar el crecimiento de esta energía, beneficiando a las grandes empresas de electricidad. Este «mal sueño» para el autoconsumo nació en 2015, bajo el mandato del Gobierno del Partido Popular (PP) y el ministro José Manuel Soria.

Pero afortunadamente este capítulo se cerró por completo en octubre de 2018, cuando el nuevo Gobierno del PSOE lo eliminó totalmente con un Real Decreto-Ley. Esa eliminación fue la señal que dio el inicio del gran auge y crecimiento de la energía solar en España, por eso hoy vemos grandes avances y podemos ver grandes avances y cosas tan innovadoras como los nuevos conos solares.

Un daño que perduró

Aunque el Impuesto al Sol nunca llegó a cobrarse en la práctica, no podemos negar que el daño a España fue profundo y duradero, pues durante los años que estuvo vigente, la simple amenaza de tener que pagar un peaje paralizó a empresas y particulares, que decidieron esperar antes de instalar paneles solares. La consecuencia de esta parálisis se ve claramente al comparar a España con sus vecinos europeos.

Mientras que en países como Alemania o Italia, hasta el 70% de la energía solar proviene de paneles instalados en tejados de casas y negocios, en España esta cifra se situaba en un modesto 22% al momento de la derogación. El país, que tiene el mejor recurso solar de Europa, perdió años valiosos y tejido industrial por una regulación sin sentido.

El sueño se convierte en realidad

La buena noticia es que hoy, el panorama es completamente diferente, pues la instalación de placas solares está libre de cualquier tipo de impuesto, tasa o carga. De hecho, el Gobierno y la Unión Europea ahora están haciendo todo lo contrario, pues están fomentando activamente la instalación y actualmente, existen subvenciones muy importantes para el autoconsumo, impulsadas por fondos europeos como los Next Generation.

Esto se debe a que Europa necesita urgentemente dejar de depender del gas y el petróleo de terceros países, y la energía solar en los tejados es la solución más rápida. Por ello, las posibilidades de que un impuesto similar regrese en el futuro son prácticamente nulas, ya que va en contra de la estrategia energética de todo el continente.

La historia del Impuesto al Sol en España es una lección de cómo una simple medida reguladora puede paralizar un sector entero. Fue una medida que nació para desalentar el ahorro y la autonomía energética de los ciudadanos, pero que, afortunadamente, fue eliminada. Hoy, el país ha pasado de la pesadilla de un impuesto absurdo a la realidad de un mercado solar en pleno crecimiento, que ofrece ayudas y eficiencia. El sol español, por fin, está al servicio del ciudadano. Y si quieres conocer más avances como este, acá te contamos sobre la molécula que convierte fotones en electricidad.