No faltaba más, tenía que ser Elon Musk quien encontrara en un insecto robótico la solución perfecta para polinizar, explorar y salvar vidas en el planeta rojo. ¿De qué se trata este minúsculo autómata? y ¿Por qué sería el encargado de llevar a cabo esta importante labor reproductiva que puede garantizar la existencia de las colonias marcianas soñadas por el magnate? Estas interrogantes junto a otras vinculadas con las características de este nuevo robot estaremos analizando sobre esta creación que apunta a convertirse en la herramienta ideal para el hombre más rico del mundo.
Este insecto robótico sustituirá a las mariposas en los cultivos marcianos
En el planeta rojo existe una atmósfera diferente a la terrestre, por lo que es de suponer que se crearán ambientes artificiales que imitarán las condiciones de la tierra. De esta manera podrán cultivarse especies vegetales con el propósito de proporcionar alimentación a los colonos, pero al igual que en la Tierra ciertos cultivos requerirán de insectos que polinicen las plantas.
Aunque las granjas marcianas estarán climatizadas con condiciones similares a las terrestres, el problema de utilizar insectos polinizadores obedece a que posiblemente realicen una lenta polinización. Esto debido a las limitaciones naturales en cuanto a precisión, cubrimiento de área y tiempo de vuelo; de allí que resultaría más conveniente utilizar pequeños robots de vuelo preciso y resistente.
En este contexto, un equipo de científicos del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts, más conocido por sus siglas en inglés como MIT, ha creado un robot alado del tamaño de un insecto y de peso muy ligero que puede servir para llevar a cabo polinizaciones artificiales en grandes extensiones, con habilidosos movimientos increíblemente acrobáticos mediante rápidos aleteos de hasta 400 veces por segundo.
Esta miniatura rápida y ligera apunta a llegar a donde otros no han podido siquiera asomarse
Esta creación del MIT representa una auténtica revolución en el campo de la robótica biotecnológica, debido al impacto que tendría en importantes actividades económicas, científicas y sociales. Por ejemplo, en el caso del desarrollo de la agricultura, la exploración del cosmos e incluso en el rescate de personas durante eventos catastróficos llegando a lugares de difícil y riesgoso acceso.
En el sector de la agricultura este micro robot salido de las instalaciones del MIT significa un cruce entre la ingeniería y la biología. En esencia, emula las asombrosas destrezas de un abejorro cuando poliniza, pero lo hace con una increíble precisión y en un área de mucha más extensión, sin fatigarse e independientemente de la preferencia que podría tener un insecto para la selección de una flor.
El diseño de uno de los robots más extraños desarrollado por Soft and Micro Robotics Lab IMT consta de una estructura muy ligera. Tal condición le permite volar a una velocidad de 2 m/s y mantenerse en el aire mediante el batido de las alas elaboradas con nanotubos de carbono y elastómeros. Esta innovación llega además a ser capaz de realizar complicadas figuras en el aire como si se tratara realmente de un insecto.
Desde granjas hasta edificios en escombros son los lugares que frecuenta este minúsculo abejorro
Debido a estas capacidades el microrobot podría utilizarse para polinizar cultivos de manera artificial en entornos donde no pueda llevarse esta a cabo en forma natural. Un ejemplo son las futuras granjas en Marte, donde sería imposible que abejas, abejorros o cualquier insecto puedan realizar esta importante tarea reproductiva y base de la expansión de ecosistemas.
Tal como señala Yi-Hsuan Hsiao, uno de los miembros del equipo investigador, el cultivo en ambientes extraterrestres necesariamente requerirá de un método de polinización artificial que debe ser llevado a cabo por insectos polinizadores de vuelo preciso y resistente de más de 15 minutos. Se trata de tareas que en un ambiente marciano se complicarían para las eficientes mariposas y abejas acostumbradas a las características terrestres.
En conclusión, los enjambres de microrobots debido a su tamaño reducido y versatilidad de vuelo serían ideales para introducirse en angostas tuberías, riesgosos espacios dentro de instalaciones nucleares o entre las grietas y oquedades que se crean entre los escombros al producirse un tremendo terremoto o una inundación. Gracias a tales ventajas, el insecto robótico que desea Elon Musk no solo podría polinizar los cultivos en el planeta rojo, sino que además ayudaría a salvar la vida de cientos de personas que normalmente quedan apresadas en el interior de una instalación cuanto esta colapsa.