El 22 de diciembre es un día mágico donde todo el país se llena de ilusión por la Lotería de Navidad, porque ¿A quién no le gustaría ganarse la lotería? No podemos negar que soñamos con que el gran premio, llamado «El Gordo», nos cambie la vida. Miles de personas intentan jugar con fechas importantes, cumpleaños o números que se hacen famosos en internet, solo para tener esa pequeña esperanza de ganar en un sorteo que entrega miles de millones de euros, pero en un lugar del mundo, hacen las cosas muy diferentes. Acá te lo contamos.
Una tradición única y especial
Esta es una tradición, con más de dos siglos de historia, está llena de supersticiones. Hay quienes creen firmemente en que las terminaciones que «más salen» o las fechas de grandes desastres tienen más posibilidades. Las administraciones de lotería más famosas agotan sus números con meses de antelación, y muchos viajan kilómetros solo para comprar un boleto en un lugar que se considera afortunado.
Pero lo más curioso es un fenómeno que se sale por completo de esta lógica de búsqueda individual. Se trata de una iniciativa que ha nacido en el sur de España y que ha cambiado el significado de «jugar» a la lotería. En este caso, no se trata de buscar la combinación más afortunada, sino la más simbólica y compartida.
Resulta que en la hermosa comarca de la Alpujarra, entre Granada y Almería, la Lotería de Navidad se vive de una manera completamente diferente y especial, pues en este lugar tienen un número «oficial» de la zona, el 00609, que miles de personas juegan, pero sin tener que pagar ni un solo céntimo. Es la historia de un premio que, si cae, será el más repartido de la zona.
Esta maravillosa idea, nacida del ingenio de un emprendedor local que quiso compartir la suerte con varios pueblos, rápidamente creció hasta convertirse en una iniciativa organizada por la Mancomunidad de Municipios. La idea utilizar la lotería como una herramienta para unir a la comunidad y, de paso, repartir suerte entre todos los vecinos. El 00609 pasó de ser una combinación de cifras a ser el símbolo más fuerte de la unión en esta zona rural de España.
Un nuevo significado a la lotería de navidad
El acuerdo es tan genial como simple, pues básicamente, la mancomunidad compra un total de 57 décimos del número 00609 y los reparte, de forma totalmente simbólica y gratuita, entre cada uno de los más de 30 000 vecinos censados y mayores de edad en decenas de pueblos. Esto significa que, sin ir a la administración de lotería ni sacar la cartera, todos quedan automáticamente «apuntados» al mismo número.
Pero esta idea va más allá de solo el dinero. Los que organizaron esto buscaban un gesto que fuera como un abrazo para unir a todos los pueblos pequeños, pues si llegan a ganar el premio se repartiría por toda la zona, y se calcula que cada vecino recibiría 609 euros limpios. La celebración sería gigante, tan grande como la energía del centro del Tierra y llegaría a todos, desde el que está en el centro del pueblo hasta el que vive solo en la montaña.
La suerte que se renueva
Pero la idea del 00609 no se detiene el 22 de diciembre. Si el número no logra el Gordo, pero consigue otro premio importante (por encima de la cantidad mínima que se cobra sin declarar), ese dinero no se reparte, sino que se reinvierte en comprar nuevos boletos para el siguiente Sorteo del Niño. Esto mantiene viva la ilusión de tener un número común para toda la comarca durante las fiestas.
Esta nueva y hermosa costumbre de compartir la suerte de forma masiva, es un evento que tiene más de dos siglos de historia y que, cada año, busca emocionarnos con sus anuncios oficiales. El 22 de diciembre, en el inmenso océano de boletos que se juegan en España, el 00609 se destaca no por ser el más vendido, sino por ser el número que más gente comparte.
Sin duda, esta historia nos deja una reflexión hermosa, pues nos recuerda que el verdadero valor de la Lotería de Navidad no está en la cantidad de dinero, sino en el sentimiento de esperanza Mientras en el resto del país buscamos números por superstición o fechas especiales, en este lugar se juega por una causa hermosa: la unión de sus vecinos. Si el Gordo toca allí, será un premio que no solo solucionará problemas financieros, sino que reforzará un pacto social que vale mucho más que miles de euros o que un supercoche de moléculas de agua.
