La industria automotriz, siempre ha soñado con crear un supercoche y para lograrlo, se ha centrado en el coche eléctrico con baterías, sin embargo, mientras los fabricantes luchan por aumentar los kilómetros que puede recorrer un coche con una carga, otra tecnología mucho más potente y rápida ha estado creciendo en silencio. Veamos de qué se trata.
La llegada de una nueva tecnología
Mientras los fabricantes luchan por aumentar los kilómetros que puede recorrer un coche con una sola carga, existe otra tecnología de la que se habla menos, pero que muchos expertos ven como la verdadera solución para los viajes largos y los vehículos de altísima velocidad.
Esta tecnología no depende de grandes pilas, sino de algo que se extrae de las moléculas de agua y lo mejor es que es completamente limpio, ya que el único residuo que libera es vapor de agua. Y ahora ese combustible se utilizará en un supercoche, capaz de competir con los deportivos más rápidos del mundo.
Resulta que una startup californiana, ha reescrito las reglas con un vehículo que desafía toda lógica. Han creado un superdeportivo que, además de ser ecológico, puede alcanzar una velocidad máxima de más de 356 kilómetros por hora y cruzar países enteros sin detenerse.
Un supercohe con velocidad extrema
¿Cuál es el secreto de este combustible que parece sacado de la ciencia ficción? Se trata del hidrógeno, y el coche es el increíble Hyperion XP-1. La empresa Hyperion ha utilizado tecnología desarrollada originalmente para cohetes y viajes espaciales, aplicándola al asfalto.
El resultado es un supercoche, tan impresionante la nueva Range Rover eléctrica. El coche completo pesa menos de 907 kilos, un peso muy bajo si lo comparamos con otros deportivos de lujo de hoy en día, pero ¿Cómo lograron hacerlo tan liviano?
El secreto de está en su motor y en su chasis. En vez de usar una batería muy grande y pesada, el XP-1 usa una pila de hidrógeno especial y unos «supercondensadores» que son como pequeñas baterías que le dan muchísima fuerza al instante.
El coche cuenta con una suspensión hecha de aleación de aluminio ultraligera, la misma que se usa en el espacio. Gracias a todo esto, el coche puede ir de 0 a 100 kilómetros por hora en un menos de 2,2 segundos.
Sus características son impresionantes
Lo más impresionante del XP-1 es su autonomía. Este supercoche puede recorrer hasta 1635 kilómetros con un solo tanque de hidrógeno. Esta distancia es más del doble de lo que pueden ofrecer los coches eléctricos más caros y avanzados hoy en día. Y lo mejor es que el tanque se llena en menos de 5 minutos.
Para mantener esa velocidad y estabilidad, el diseño es puro arte aerodinámico. El diseño incluye unas «alas» laterales que no están fijas y que tienen paneles solares. Estas alas hacen dos cosas: ayudan a que el coche corte mejor el viento y, de paso, le dan un poco de energía extra para algunos sistemas.
El coche tiene un diseño único que parece traído del futuro. Viene con puertas que se abren hacia arriba como las alas de un pájaro y un techo que es completamente de cristal (mide 134 pulgadas), el cual se puede oscurecer cuando uno quiera para tener más privacidad.
El Hyperion XP-1 es un coche de lujo, de hecho, solo se van a fabricar 300 unidades, pero la compañía ha confirmado que está trabajando para expandir esta red. Su meta es que su tecnología de hidrógeno se use en todo, desde aviones hasta vehículos de carretera.
Sin duda, el Hyperion XP-1 no es solo un coche de lujo, es un avance que nos demuestra que el hidrógeno podría ser el combustible del futuro e incluso dejar atrás a los eléctricos que están bajando sus precios. La gran velocidad que promete y su capacidad de repostar en solo cinco minutos lo convierten en una opción muy atractiva y amigable con nuestro planeta.
















