En un reciente artículo se muestra lo que podría ser el misterio más grande de la humanidad porque revela la existencia de una pirámide que data de 25 mil años aunque algunos científicos han planteado argumentos que restan posibilidades de que sea cierta esta antigüedad y la enigmática hipótesis sustentada con ella.
Esta es la misteriosa pirámide que estaría entrando en el libro de Récords Guinness
No es tanto el récord de antigüedad que estaría rompiendo esta vieja pirámide ni el misterio que rodea su autoría lo que llama la atención en la publicación científica, sino como ciertos errores en los procedimientos han reducido las posibilidades de que sean ciertas algunas conjeturas de los científicos que han llevado a cabo la investigación.
Una nueva teoría aparecida en un artículo reciente señala el misterioso descubrimiento de una data de 25 mil años en una pirámide de Gunung Padang en Indonesia, superando así a la escalonada de Djoser en Egipto que ostenta el récord Guinness como la más antigua del planeta, ubicando su construcción alrededor del 2630 a.C.
El estudio liderado por el geólogo Danny Hilman Natawidjaja, investigador adscrito al Instituto Indonesio de Ciencias, explica en el artículo que dicha construcción posee un núcleo de lava andesita que muestra evidencias de haber sido esculpida de manera precisa y que constituiría la parte más antigua sobre la que se erigiría el resto de la obra piramidal.
Con base a este hallazgo el geólogo indonesio plantea que la antigua estructura fue levantada durante diferentes etapas por una civilización cuyo origen se pierde en el tiempo, señalando la posibilidad hasta ahora no confirmada de que ciertas partes de esta obra tengan una edad de aproximadamente 25 mil años.
¿Una misteriosa y avanzada civilización no humana fue la que esculpió el interior de la estructura?
Cuando fue publicado en octubre de 2023 el artículo fue cuestionado por un grupo de arqueólogos y geólogos, especialmente el método que se utilizó para recolectar las evidencias, señalando que esto pudo afectar los datos y por ende la interpretación, argumentando además la certeza de objetos ceremoniales de fabricación humana en el periodo neolítico.
La data de las huellas de presencia humana en la obra en un periodo entre 45 a. C. y 22 d. C. ha sido confirmada por el Centro Nacional de Investigación Arqueológica de Indonesia y el Centro Arqueológico de Bandung a través del estudio de fragmentos de cerámicas encontradas en esta estructura de 30 metros de alto.
Además, hay evidencia de que la estructura megalítica, con cientos de rocas volcánicas en forma de pilares, fue frecuentada por humanos durante miles de años. Las cerámicas encontradas en el sitio por el Centro Nacional de Investigación Arqueológica de Indonesia y el Centro Arqueológico de Bandung han sido datadas entre el 45 a. C. y el 22 d. C.
Estas pruebas de la presencia de antiguos humanos en la zona de esta construcción utilizando la cima donde se ubica con fines religiosos no son suficientes para dar certeza a la hipótesis de que el preciso tallado manual de la estructura interna fue realizado por una misteriosa y avanzada civilización.
Esta metodología ha sido objetada por los colegas del geólogo indonesio y hacen desconfiar
Natawidjaja en el artículo señala además que de comprobarse este descubrimiento probaría que sería durante la etapa inicial de los períodos del Holoceno o el Neolítico que fueron desarrolladas las enigmáticas técnicas de construcción que hoy sorprenden y los constructores bien pudieron ser antiguos humanos o una civilización más avanzada.
En el estudio se utilizaron escáneres para demostrar la existencia de cámaras ocultas en la obra, no obstante, uno de los obstáculos que reduce la posibilidad de que sea cierto este descubrimiento es que durante la recolección de la data se consideraron erróneamente objetos como de naturaleza humana.
En conclusión, el interés en una de las misteriosas pirámides de Indonesia que podría ser la más antigua del mundo recae en los argumentos que contrarían la data de 25 mil años, uniéndose a estos la revisión del artículo por parte de Graham Hancock, un escritor británico que se ha distinguido por la publicación de polémicos libros acerca de civilizaciones antiguas.