Las pirámides son estructuras arquitectónicas creadas por el ser humano desde las primeras civilizaciones y guardan infinidad de secretos vinculados a nuestra historia. Pero, ¿sabías que España tiene sus propias pirámides? Este podría ser otro de los lugares de España que despiertan teorías y leyendas y te contamos aquí todo lo que se sabe.
¿Quién construyó las pirámides de Güímar en España?
También conocidas como Majanos de Güímar o Chacona, estas estructuras están ubicadas a 26 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, en la isla de Tenerife, que forma parte de las Canarias. Esta región es conocida por su gran afluencia turística, por lo que no es de extrañar que el parque etnográfico que las preserva y las exhibe, reúna a gran cantidad de personas que quieren conocer la historia de las misteriosas pirámides.
Las pirámides de Güímar fueron objeto de especulación durante muchos años, llegando a ser relacionadas con otras estructuras como las que vemos en África, Asia, Oriente Medio y américo, incluso se llegó a creer que eran rastros dejados por la mítica Atlántida. Su antigüedad siempre fue difícil de calcular, ya que están formadas por piedras apiladas sin técnicas de construcción, lo que impide datarlas.
Al no ser tan conocidas como las grandes pirámides de Egipto o Mesoamérica, no fue sino hasta principios de la década de los noventa que un antropólogo llegó al lugar para desentrañar el misterio. Thor Heyerdahi dirigió las excavación y, tras varios estudios e investigaciones, estableció que podían estar vinculadas a pueblos asiáticos que podrían ser los ignotos proto indoeuropeos, los primeros pobladores de Europa.
Sin embargo, años después se realizaron más excavaciones que dieron a conocer algunos documentos del siglo XIX que demostrarían que, en realidad, no se trataba de ancestrales monumentos creados por nuestros antepasados, sino el trabajo de campesinos que habrían preparado la tierra para su explotación hace 200 años.
El misterio develado
Un documento de compra de tierras en Güímar demostraría que la zona despertó el interés para la explotación de la cochinilla, un pequeño parásito presente en ciertas plantas que se usa para la elaboración de un tinte que tenía gran valor en el siglo XIX. La tierra era compacta y de origen volcánico, por lo que su superficie no era muy favorable para la agricultura.
Para poder preparar la tierra para el cultivo y la cría de cochinillas, se habría encargado a los campesinos la limpieza de la tierra de las numerosas rocas que cubría la capa de suelo fértil. Durante los trabajos de limpieza, las rocas extraídas del suelo se habrían apilado formando las estructuras piramidales que hoy podemos ver y que han generado tanta fascinación entre miles de personas.
Debemos tomar en cuenta que Thor Heyerdahi no era arqueólogo, sino antropólogo, y su estudio se basó principalmente en aspectos culturales e históricos, no en análisis de evidencia física. Hay que sumar a esto el interés de la gente en el atractivo turístico que representaba el misterio de unas inexplicables pirámides en España, razones suficientes para dejar que las especulaciones siguieran circulando.
Aún así, el parque etnográfico es sumamente interesante y una gran fuente de preservación de la vida vegetal, así como una parte de la historia del lugar y un espacio recreativo vivificante para quienes visitan Tenerife. Aun así, muchos todavía sostienen que la evidencia no supone más que otra de las posibles teorías que rodean al origen de los Majanos de Güímar, por lo que el debate sigue abierto.
Conclusión
Todavía quedan muchos vacíos en la memoria de nuestra civilización, y nuevos descubrimientos se realizan todos los días. Puede que al final, la historia siempre parezca menos emocionante que los mitos y las leyendas. Las pirámides de Güímar podrían ser restos de una antigua civilización que caminó por nuestra España, o simples montones de piedra apiladas por campesinos. El tipo lo dirá.